El maestro Bottiroli fue músico compositor y director (Rosario, 1920-1990), uno de sus discípulos, Fabio Banegas, pianista radicado en California, realizó la catalogación completa de sus obras a partir de la valoración de sus características compositivas que no solo incluye 112 obras (piano – cámara – coral y sinfónico) sino también 84 poemas. Una iniciativa particular, la de Banegas, que ha dado como resultado el rescate y conservación de la producción de un creador rosarino, además de la biografía en la red. En esta entrevista los detalles del trabajo.

Dos entradas en wikipedia sobre José Antonio Bottiroli:
-Biografía de José Antonio Bottiroli en Wikipedia escrita por Fabio Banegas

-José Antonio Bottiroli’s biography by Fabio Banegas on Wikipedia

Fabio banegas autor del catálogo de JA Bottiroli
– ¿Cómo llegaste a interesarte en la obra de este compositor?
F. B. : Se generó en nuestros encuentros semanales de los sábados a la mañana, en mi adolescencia, en una de mis primeras lecciones de piano que el Mtro. Bottiroli me diera en 1985. Todavía recuerdo su imagen sentado al piano de cola, ejecutando sus obras con un lápiz en la boca al que recurría, interrumpiendo la ejecución, cada vez que necesitaba hacer una corrección sobre sus manuscritos, una vez hecha la revisión el lápiz volvía a su boca y la música continuaba. Esta era la escena con la que me encontraba
cada sábado a la mañana, la del músico creando. Diría además que así nació no sólo mi interés por su música pero también un vínculo entre nosotros a través de la misma.
Ese vínculo fue el privilegio que tuvimos él y yo, el compositor enseñando a interpretar su propia música a su alumno. A veces pienso en los grandes compositores de la historia y reflexiono a cerca de cuanto me hubiera gustado aprender sus obras directamente de ellos. Luego me pregunto ¿será realmente así que hubieran querido que se interpreten sus obras, con estas normas de estilo e interpretativas transmitidas por otros maestros a través de tantas generaciones, o las hubieran ejecutado de otra forma? Esta es
una conjetura que no me ocurre con la obra de Bottiroli, precisamente por este vínculo entre él, el compositor, y yo, su alumno, el cual surgió en el momento en que me transformé en su discípulo deseoso de aprender su obra.

-¿Cuándo comenzó tu trabajo de catalogación de la obra de Bottiroli?
F. B. : La primera etapa ocurrió conjuntamente con él a principios de 1990, pocas semanas antes de su fallecimiento. Su intención era la destrucción de muchas de sus obras, acto motivado por su grave estado de salud que lo había sumido en una situación emocional muy profunda y lúgubre. Por mi parte, mi intención era evitar la pérdida de lo que yo ya consideraba un importantísimo legado artístico para nuestra ciudad. Afortunadamente pude disuadirlo de destruirlas e hicimos una clasificación basada en su propia apreciación de cada trabajo en términos de inspiración y valor artístico. Luego, en el transcurso de ese mismo año, después de su deceso, realicé un listado que aunque incluyó 91 composiciones de diversos géneros sabía que lo había dejado inconcluso por muchas razones. Habían quedado muchos apuntes y borradores que necesitaban ser clasificados, partituras que no estaban completas, hojas y partes extraviadas, distintas versiones de una misma obra, en fin, diría que en realidad era un rompecabezas que necesitaba ser resuelto y que demandaba un trabajo analítico que por mis propios estudios y obligaciones de ese momento no pude terminar. Otro factor fue el hecho de haberme radicado en el exterior, lo que produjo un intervalo de 21 años hasta
que pude concluir con este proyecto.

Pasado todos esos años y dispuesto de nuevo a trabajar con los manuscritos los mismos estaban en el mismo orden en que los había dejado en 1990 aunque la condición del papel, grafito y tinta se había degradado considerablemente, en algunos casos casi al punto de ser inteligibles.

-¿Cómo realizaste este trabajo tan lejos de la ciudad natal de ambos?
F. B. : Yo mantengo una amistad muy estrecha con la Sra. Berta Rubeša de Bottiroli, viuda del compositor, quien también es profesora de música y con su hija Marcela Bottiroli. Además en 2010 desde USA hice un primer intento de retomarlo con la ayuda de mi colega la Profesora Mariela Vecchioli quien gentilmente se presentó con la Sra. de Bottiroli y me envió copias de las obras para piano. Pero pronto llegué a la conclusión que debía tener a mi disposición todos los manuscritos para poder realmente terminar con este proyecto. Así fue que en mi última visita a Rosario Berta y Marcela me confiaron y permitieron traerlos conmigo a USA.

– ¿Cuáles objetivos te planteaste una vez que tuviste todos esos manuscritos?
F. B. : Mi meta fue hacer una determinación exacta de la cantidad de obras, de los géneros abordados por el compositor e intentar hacer una cronología de su labor creativa. Para lograr este último objetivo tomé como ejemplo el trabajo realizado por Ludwig von Köchel con la obra de Mozart y el de Jarmil Burghauser con la obra de Antonín Dvorák, ambos musicólogos catalogaron cronológicamente la obras de estos maestros asignándole al título un código formado por la inicial de sus apellidos, K en el caso Köchel and B en el caso de Burghauser, más el número correspondiente a la cronología. Así al Poema Sinfónico Ulises que Bottiroli concluyó el 8 diciembre de 1979 recibió el número de catálogo B-73.

– La preservación
Fabio Banegas consolidó todo el repertorio de composiciones restituyendo las hojas extraviadas a su correspondiente obra, ”estudiando los apuntes y borradores de los que emergieron varias obras de las que no sabíamos de su existencia, encontrando obras que sabíamos de su existencia pero que se consideraban perdidas y restaurando hojas rotas. ”

Todas las obras fueron escaneadas y salvadas digitalmente en formato PDF y cargadas en CDs. Más, se imprimieron todas y se hicieron 6 copias que fueron distribuidas entre varias personas e instituciones claves en lo que se refiere a la preservación y promoción del patrimonio musical de Rosario. Finalmente algunas obras ya se han pasado a forma impresa, para lo cual Banegas contó con la colaboración del Prof. Pablo Borzone, violinista de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario.

Las copia están hoy en manos de el Profesor Daniel Cozzi, el principal estudioso y líder en la promoción del patrimonio musical de Rosario; del Dr. Jorge Alice, presidente de Pro Cultura Musical con la esperanza que les sugiera a los intérpretes que aparecen en su serie la ejecución de las mismas, otra copia será ingresada a la biblioteca de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, otra copia está siendo usada para la declaración de derechos de autor, una quedó en manos de la familia Bottiroli y la ultima está conmigo.

Para detener el deterioro de los mauscritos de acuerdo a lo aconsejado por restauradores de Estados Unidos (lugar de residencia de Fabio Banegas) fue llevarlos a un folio antiácido (transparente) de los que se utilizan en los museos para la conservación de documentos antiguos y fotos. Además se les construyó una caja presentación hecha a medida, revestida en ceda y también antiácido para salvaguardar a todas las obras juntas. Finalmente se fabricó una caja de acrílico para proteger la caja presentación y su contenido.

– Entiendo que este trabajo de compilación no sólo ha sido musical, también hay poemas.
F. B. : Sí y los objetivos fueron similares a los de la obra musical en cuanto a tratar de darles cierto orden, pero al contrario de las obras musicales muy pocos poemas fueron fechados, por lo tanto el darles un orden cronológico no fue posible. No obstante sabemos, lo cual es muy interesantemente, que la vena poética de José Antonio Bottiroli surgió espontáneamente a mediados de la década del sesenta y se extinguió al principio de la década del setenta. Entonces el ángulo en la catalogación de la obra poética fue determinado por el tema de cada poema, así surgieron: Ciclo del amor compuesto de 23 poemas; Serie de la ausencia formada por 7 poemas; Odas que comprenden 14 poemas; Serie del abismo con 23 poemas y Evocaciones poéticas con 7 trabajos.

Prólogo al catálogo de J. A. Bottiroli realizado por Fabio Banegas:

Este catálogo establece el listado completo en forma cronológica aproximada de las obras musicales de José Antonio Bottiroli (1920-1990), acervo que totaliza 112 composiciones: 69 obras para piano, 23 obras para música de cámara, 8 obras corales y 12 obras sinfónicas. La producción artística de Bottiroli se desarrolló durante 42 años, desde su temprano arreglo de Claire de Lune de Claude Debussy para sexteto vocal femenino de octubre de 1947 – B-1 en este catálogo – a su paráfrasis para piano de Milonga del ángel de Astor Piazzola de junio de 1989 – B-112 en este catálogo.
La cronología exacta de este repertorio no es posible ya que 30 obras fueron datadas sólo parcialmente – con el mes y el año o sólo con el año – o no fueron fechadas. La mayoría de las obras son manuscritos – tanto en lápiz como en tinta – y las restantes son copias escritas por copistas o fotocopias de manuscritos perdidos. A estos últimos se les refiere como: originales.
El estudio comparativo de los manuscritos y originales de las obras fechadas y no fechadas mostró similitudes que ayudaron en la determinación de la sucesión organizada de este repertorio. Se consideraron aspectos tales como la ubicación de la firma, cómo y dónde las composiciones fueron tituladas y el color de la tinta usada. En algunos casos la estimación fue realizada por el tipo y estado del papel pentagramado empleado en los manuscritos o en los originales.
En otras obras la fecha es una deducción obvia, tal es el caso de Payasos B-89 para piano, obra que a pesar de no estar fechada es una clara elaboración posterior de Allegro II B-88 de 1982. Para las 30 composiciones cuya fecha surge de este análisis se antepone en la Lista Completa, en la columna titulada fecha, la letra C – por circa del latín aproximado – seguida por el año, Ej.: Payasos B-89 C 1982.
En cuanto a la codificación de este catálogo, la letra B corresponde a la inicial del apellido del compositor y del catalogador: Fabio Banegas – discípulo del compositor. El número que sigue a la letra B indica el orden cronológico de la obra.
El catálogo también incluye versiones de la misma composición que muestran elementos únicos no presentes en los manuscritos o en los originales, como: dedicatorias, el agregado de un poema de su propia autoría o el apunte germinal de la obra. Véase Papirola B-38 para piano y Pequeña obertura sobre algunos temas de Mario Tarenghi B-8.

Poesías

Nochebuena
La noche que es buena
modulada en negro
me trae de lejos
las voces muy blancas.
No sé si de Oriente
(la estrella es la misma)
no sé si en camellos
vendrá la opulencia;
yo sé que soy niño
y la paz ha nacido:
¡es mi lecho un pajar
acolchado de sueños!…
La noche que es buena
modula sus luces
al son de campanas;
plumines de luna,
no sé si de Oriente,
dibujan los Magos:
también he nacido
pintado en un rayo
de luz mansa y buena,
que buena es la noche:
¡Feliz Nochebuena!

Publicado en el Diario La Capital de Rosario en 1969


María Josefina Bertossi
29 de diciembre de 2011
Rosario – Argentina


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