Después de otras tres puestas de ópera y dos zarzuelas, Rubén Berasain es el regissuer de
Aída de Verdi
para la producción de la ópera de Rosario. Gran parte de las 250 personas que integran el elenco
reciben sus indicaciones. Su trabajo y su lectura de los personajes
En el mundo las puestas de Aída de Verdi, tal vez sean una de las más monumentales, sea en escenarios al aire libre o en escenarios teatrales enormes. Por lo tanto algunos teatros de tamaños más normales prefieren otros títulos menos pretenciosos en materia de número de participantes y escenografía. El desafío para esta puesta en un verdadero Teatro de ópera como El Círculo, no interrumpió el anhelo de los responsables de la Opera de Rosario y emprendieron la “menuda faena”. Mientras la dirección musical pertenece al maestro Juan Rodríguez, la responsabilidad de resolver la puesta en el escenario de El Círculo recayó en Rubén Berasain, conocido para los organizadores, los artistas, los técnicos y el público.
De buen talante, como caracteriza su manera de trabajar y de relacionarse con sus artistas, aún cuando la función está muy cerca y las ansiedades vuelven fastidiosos a los más tranquilos, respondió algunas preguntitas Rubén Berasain (a pesar del cansancio después de unos de los ensayos pre-generales)
EN: ¿ Cuándo empezó el trabajo para Aída ?
R.B.:Empezamos a trabajar en el mes de Mayo después de la zarzuela, me dijeron si quería hacerla y por supuesto era todo un esfuerzo, muy difícil, mucha complicación, mucha gente, muchos problemas, por suerte tenemos un buen elenco, bárbaro en materia de voces, muy buenos los coros.
EN: ¿ Cómo fuiste decidiendo la puesta?
R.B.:Cuando plantee hacer Aída yo dije: tengo que usar escaleras o rampas porque hay mucho coro en toda la obra, y no puedo ponerlos sobre piso plano. Como generalmente todo el mundo hace escaleras, dije, yo voy a poner una rampa, y al pensar en una rampa hay un montón de cosas multifuncionales que me tenían que servir para todos los actos, porque es una rampa de 8 por 8 pero que vá de 0 a 2 metros en ocho metros, es decir que es bastante empinada, la rampa la seccioné lo cual me permite una variedad de movimientos para distintas escenas.
EN: ¿ Cómo es esto de manejar tanta gente?
R.B.:Hay que establecer una diferencia una cosa es un teatro grande donde está todo organizado y otra es donde no hay tanta organización como en un teatro de ópera europeo, o el Colón o el Argentino de la Plata, pero cuando todos están dispuestos como la gente del coro, del teatro, de la Opera, y yo que hago de todo un poco, así, es un gusto hacerlo, porque todos responden muy bien. Como siempre, como ha sido en todas las puestas. Lo más problemático acá es la figuración que tiene una gran importancia en el segundo acto fundamentalmente, que es todo lo visual.
EN: ¿Qué dirías de esta
historia que cuenta la ópera de Verdi? ?
R.B.: Aída
es una princesa etíope, prisionera, esclava. Los egipcios se quedaron con ella. Aída sirve en la corte del Faraón a Amneris. Hay un personaje que es Ramfis, que es ese gran sacerdote, que tiene un peso importante como en Nabbucco. Ramfis es un personaje de mucho peso como así lo marcaba la religión, al lado de esto hay una situación afectiva entre el militar Radamés y la esclava Aída, él también es pretendido por la princesa Amneris. Este otro personaje femenino está muy parejo con Aída, en cuanto a figurar en escena, es vengativa, poderosa y odia mucho, en el único momento que ella sede es en el Acto cuarto cuando se dá cuenta que por su odio empuja a Radamés a que se entregue, porque ella nunca pensó que él era un hombre íntegro y total, Amneris creía que Radamés se iba a ir con ella, y en cambio prefiere la muerte.
EN: ¿ Cuándo te vas a venir a vivir a Rosario? ?
R.B.:No sé, me falta poco,no?. Estoy muy cómodo en Rosario, realmente te digo, me siento como en mi casa, la gente de Rosario me hace sentir muy bien. Esta es la cuarta puesta después de Bohéme, Nabucco, Rigoletto y las zarzuelas.
Rosario – Argentina
Contáctese con la Redacción de Entre Notas [cliq aquí]