El músico Jonatahn Cohler, uno de los clarinetistas más destacados del mundo, estará nuevamente en Rosario para presentarse junto a la Orquesta de Cámara Municipal de Rosario bajo la dirección de su titular el Maestro Roberto Fabbroni, anunciado en nuestra Agenda 2003 . La expectativa nos llevó a charlar Eugenio Zeppa, quien cuenta su experiencia como alumno de Cohler

Eugenio Zeppa, es un joven intérprete de clarinete y aún desde más joven viene estudiando en detalle todos los aspectos que hacen a la interpretación y ejecución, por ello se realciona con los más renombrados clarinetistas del mundo como es el caso de Cohler.

¿Cómo conociste a Jonathan Cohler?

E.Z.: En 1999, yo tenía quince años, realicé mi primer curso internacional. Viajé a Río de Janeiro para participar del «IV Encontro Brasileiro de Clarinetistas», con mucho entusiasmo.
Conocía a algunos de los profesores por ejemplo a Luis Rossi (clarinetista, uno de mis «ídolos») pero a Jonathan lo conocía «de nombre» y «de vista» (había visto fotos y leído muy buenas críticas en revistas y en Internet pero nunca lo había escuchado). Previamente al viaje, «investigué» un poco. A medida que fui descubriendo quiénes fueron sus profesores y que caminos había tomado en su carrera artística, supe que probablemente él sería otro de mis «ídolos».
En Río pude escucharlo y «verlo en escena» por primera vez ( importante, tratándose de Cohler). A partir de ese momento, entablamos una relación musical y humana muy buena.

¿En qué consistió tu trabajo con él?

E.Z.: En Rio tomé clases y noté inmediatamente su capacidad pedagógica: Sus observaciones referidas a la técnica y a la interpretación son muy claras y precisas, pero no «encasillan» al alumno, por el contrario lo nutren y le muestran cómo darle vida a la obra trabajada.
En el año dos mil tomé una clase en Buenos Aires; él había venido para dar un concierto en el marco del «Primer Encuentro latinoamericano de clarinetistas». En ésa ocasión, me invitó para participar como alumno activo en la «International Clarinet Connection 2001» (curso bajo su dirección que se realiza en Boston, EEUU). Así, nuestro tercer encuentro fue en el Longy Conservatory de Cambridge, USA en la «ICC 2001». Fue una semana completa de trabajo intensivo, tomé masterclasses y clases particulares con Cohler, Alessandro Carbonare y Luis Rossi.
En Mayo de 2002, organicé la visita de Cohler a Rosario. La Escuela de Música de la UNR realizó un curso en dicho establecimiento y, por supuesto, tomé clases. Además, Jonathan se presentó con la pianista Laura Manzano en «El Círculo». También tomé clases en la segunda etapa de la gira, en Buenos Aires.
En Junio de 2002, asistí nuevamente becado a la «International Clarinet & Saxophone Connection 2002». Esta vez el curso fue en el «New England Conservatory» de Boston. Esa semana tomé clases no solo con Cohler, sino también con Rossi y Philippe Cupér.
Estas clases me sirvieron mucho. En ellas trabajé repertorio solista y de cámara. Creo que mi criterio interpretativo es mucho más consistente y mi técnica más pulida que antes a ellos.

¿Cuál te parece que son sus cualidades como intérprete?

E.Z.: Cohler es un gran artista. Creo que no sería correcto definirlo como representante de alguna de las «escuelas» de clarinete que conocemos. Él ha sabido aprovechar las ventajas de cada una.
Su sonido es muy flexible y le permite tocar música de todos los estilos. Su manejo de la dinámica es simplemente asombroso, además utiliza técnicas como vibrato, respiración, circular y múltiple stacatto. Todas estas virtudes sumadas a una cuidada utilización del movimiento corporal en el escenario hacen que sus interpretaciones sean únicas y transmitan muchísimo.