Cuando dentro de unas décadas algún cronista tenga que hacer una lista de acontecimientos musicales en la ciudad de Rosario en los albores del siglo XXI, sin dudas esa lista comenzará con el Concierto del Martes 24 de Junio de 2003 en el que se escuchó la Pasión según San Mateo de Johann Sebastián Bach. ¿Por qué? Eso es lo que nos proponemos demostrar en los siguientes párrafos.
La Pasión según San Mateo ( ya se ha dicho hasta el cansancio que es un hito en la historia de la música) involucra a muchos músicos, doble coro, doble orquesta, alrededor de 10 solistas (de acuerdo al reparto de roles) y un director que conozca la obra de Bach. El Mozarteum Argentino Filial Rosario ha contribuido a que esto fuera posible, incluyendo, en un ciclo en el que mayormente participan artistas extranjeros, esta obra interpretada por instrumentistas y cantantes rosarinos y argentinos (a excepción del tenor chileno), todos estudiosos de la música barroca y todos de gran nivel musical y periódicamente convocados por los directores europeos especializados.
Creemos que pasarán unos cuantos años para que vuelva a reunirse una fila de solistas como la que se escuchó aquella noche encabezada por el dramatismo que aportó Víctor Torres, la impecable presencia y conocimiento estilístico del tenor Rodrigo del Pozo , los pasajes profundos del barítono Hernán Iturralde y las arias trabajadas en estilo a cargo de los rosarinos: la soprano Adriana Sansone y el contratenor Pablo Travaglino. También hay que destacar la difícil tarea de cubrir distintos personajes cumplida con ductilildad por el barítono de Rosario Lucas Groppo.
Los instrumentos de época formada sobre la base de la Orquesta Barroca del Rosario, encabezada por el violinista Rodoldo Marchesini, completada con otra línea de cuerdas encabezada nada menos que por Manfredo Kraemer. Más atrás el sonido del gambista Hernán Cuadrado. Los vientos históricos con dúos muy entrenados entre Gabriel Pérsico y la rosarina Cecilia Baró.
El Coro Estable de Rosario, el Conjunto Pro Música de Rosario y los solistas de amabos coros, una vez más dando buena muestra de su trabajo musical y la participación atenta del Coro de Niños del Coro Estable de Rosario que dirige Sandra Alvarez.
No es una casualidad que Rosario haya contado con este acontecimiento, la suma comenzó hace muchos años con el empecinado trabajo de Cristián Hernández Larguía con sus coros, su dedicación a la música antigua y especialmente con su admiración a Bach. El público se acostumbró a escuchar a Bach y muchos instrumentistas y cantantes fueron alentados a interpretarlo. Por eso, esas culminantes tres horas de música fueron dirigidas por Cristián.
Ya sabemos que esta magnífica obra de Bach es más frecuentada en Europa, donde por distintas razones (que no señalaremos aquí) todo resulta más accesible, puede ser escuchada varias a veces al año en distintas ciudades. Por otro lado, las veces en las que se la interpreta en Buenos Aires nunca el elenco es completamente argentino. El logro que se llevó a cabo en la Sala del Teatro Fundación Astengo nos pertenece como rosarinos y así hay que recordarlo.
Finalmente tenemos que destacar el completo programa de mano con el que contó el público, especialmente el glosario relacionado con los términos del oratorio y el libreto en castellano que ayuda a comprender y apreciar los distintos pasajes.
26 de Junio de 2003
Rosario – Argentina
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