El Lunes 13 de Diciembre a las 21 (si llueve se suspende para el día siguiente) en el Monumento Nacional a la Bandera por décimo sexto año consecutivo Cristián Hernández Larguía dirigirá “Cantemos la Navidad” auspiciado por el Grupo Asegurador La Segunda. La característica principal es la participación del público, una reunión para todas las edades, emotiva y “muy” rosarina.
Particparán: el Conjunto Pro Musica de Rosario, el Coro Estable de Rosario y sus coros juveniles y de niños, orquesta con músicos invitados y solistas

La costumbre de muchas personas de reunirse alrededor de un escenario para cantar la Navidad con el Conjunto Pro Música de Rosario ya lleva 16 años y se ha vuelto una tradición en Rosario. “Hasta ahora no le encontré ninguna palabra para denominarlo” dice Cristián Hernández Larguía, verdadero motivador de estas manifestaciones, comunión musical entre intérpretes y público.

El espacio fue cambiando, la explanada del Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino (en el Parque Independencia) desde 1989 a 1997, o las escalinatas del Parque de España (frente al río Paraná) desde 1998 hasta el 2002, y desde el 2003 en el Monumento Nacional a la Bandera.
El espíritu de la reunión busca que quienes asistan canten canciones de Navidad. Para esto se reparten miles de programas de mano con las letras de esas canciones y también con fragmentos de partituras. El público, que en la edición del año pasado alcanzó el número de 12000 personas, es heterogéneo, y se destaca especialmente la presencia de familias completas cantando, así se escucha desde el balbuceo de los más chiquitos hasta las voces más roncas de los abuelos.

El repertorio que el público lleva aprendido en todos estos años incluye canciones navideñas argentinas y de otras naciones del mundo en sus idiomas originales, para esto el Conjunto Pro Música ha recopilado villancicos en la Fiesta de las Colectividades o con los extranjeros residentes en Rosario que recuerdan las melodías de sus tierras lejanas.

Horas antes del concierto de Navidad en Córdoba, Cristián nos cuenta: “El público tiene un repertorio y ese es el objetivo, porque no se trata de un concierto sino de que la gente participe, claro que a la gente le gusta escucharnos, eso lo descubrimos con los años por los comentarios, por las reacciones durante algunas obras, todo eso se fué puliendo con el tiempo y allí surge el trabajo que hacemos con Susana (Imbern, asistente de dirección), seleccionando, viendo como graduar lo que cantará el público y qué cantaremos nosotros, esto se hace cada año”.

¿Por qué se realiza solamente en Navidad?
Si supiera que hay un repertorio para el 25 de Mayo, por ejemplo, lo habría hecho en esa fecha también, para Navidad hay un repertorio especial que mucha gente conoce.

Cristián recuerda especialmente el concierto en el Parque Centenario en Capital Federal (década del 80): “yo lo recuerdo porque según nos había informado la Municipalidad de Buenos Aires hubo 20.000 personas. Hicimos un rápido aprendizaje, la gente en esa oportunidad no tenía los textos, pero la respuesta fue tan buena, …finalmente en Rosario pensamos en un concierto participativo con las letras impresas” .

Comparando aquel concierto en Buenos Aires con lo que luego comenzó a desarrollarse en nuestra ciudad, Cristián opina que “el público de Buenos aires es más espontáneo, en Rosario al principio costaba un poco pero ahora ya no porque la gente ya sabe de que se trata y viene predispuesto” . Y continúa: “El motor es Roberto Moreno Condis, todo cuesta mucho trabajo, mucho dinero, organizarlo y tratamos que la experiencia del año anterior sirva para mejorar el año próximo. Nos reunimos y vemos cosas como el formato del escenario, como deben ser las tarimas, el director no debe estar lejos del público. En el monumento estamos muy lejos, por eso para este año se ha previsto hacer unas pasarelas para acercarse al público. Esto se puede hacer cuando se dispone de medios, de apoyo. Para hacerlo con miles de personas se requiere grandes equipos de sonido y luces”.

El final de estos recitales ha sido siempre el mismo pero nunca deja de sorprender y conmover: la última canción es Noche de Paz, los cantantes e instrumentistas van saliendo uno a uno mientras las luces del escenario se van apagando, el lugar queda iluminado solo por las velas que han sido repartidas entre los concurrentes y el sonido de la melodía navideña más tradicional se escucha en las voces emocionadas del público.