- México: 18 de Noviembre de 1887, Distrito Federal
- Rusia: 8 de Diciembre de 1887, San. Petersburgo
- Hungría: 8 de Diciembre de 1887, Budapest
- Estados Unidos: 16 de Abril de 1888, Nueva York
- Argentina: 12 de Junio 1888, Buenos Aires
- Inglaterra: 5 de Julio de 1889, Londres
- Francia: 12 de Octubre de 1894 ,París
Este artículo, dedicado a la puesta que Opera de Rosario(Ver Otello: Elenco) produce para esta Temporada 2004 inluye: los orígenes de la ópera, la función inaugural, los intérpretes más destacados, los estrenos en el mundo, personajes y argumento.
Con “Otello”, Giuseppe Verdi retornó a los temas de la obra de Shakespeare que no trataba desde su trabajo para Macbeth en 1847. Luego de del gran éxito de su Misa de Réquiem en la Scala en Milán, que el propio Verdi dirigió cinco años después de su estreno, Giovanni Ricordi le pidió componer otra ópera basada en una tragedia del dramaturgo inglés sugiriéndole como libretista a Arrigo Boito.
Boito fue a encontrarse con Verdi, pero éste luego de ver el libreto dijo que no lo haría porque en ese momento dedicado a componer sobre un tema cómico y no a una tragedia de Shakespeare. Sin embargo, Verdi tenía gran afinidad con los temas del escritor isabelino y con el tiempo decidió componer la música.
En 1879 el libreto estuvo listo pero un año más tarde todavía faltaba su música. La partitura recién estuvo lista en 1885 y luego, presionado por su fuerte sentido de responsabilidad al abordar un tema de Shakespeare y por su enorme popularidad y reputación, Verdi continuamente se rehusaba a establecer una fecha de estreno, entre otras cosas prolongando la cantidad de ensayos.
Finalmente la obra se estrenó el 5 de Febrero de 1887 en la Scala de Milán ocasión para la que todos los periódicos europeos enviaron sus corresponsales.
El segundo cello era Arturo Toscanini.
La Scala estaba colmada de personas que representaban a todas las clases sociales de Milán, incluyendo a los italianos más notables y a todos aquellos que se las había arreglado para conseguir su localidad. Asistieron periodistas y críticos de todos los rincones de Europa, con los gerentes de los teatros y de las casas de ópera.
Algunos estrenos en el mundo
Los intérpretes más famosos
Vladimir Atlantov , Enrico Caruso, Plácido Domingo, Mario del Mónaco Luciano Pavarotti, Francesco Tamango, Jon Vickers, Ramon Vinay.
Argumento
Personajes
OTELLO, moro, Gobernador de Chipre (tenor)
DESDÉMONA, esposa de Otelo (soprano)
YAGO, alférez (barítono)
CASSIO, capitán (tenor)
LODOVICO, enviado de Venecia (bajo)
RODERIGO, caballero veneciano (tenor)
EMILIA, Esposa de Yago (mezzosoprano)
MONTANO, ex-Gobernador (bajo)
Otelo es un drama en cuatro actos, con libreto de Arrigo Boito, basada en la obra del mismo nombre de William Shakespeare. Estrenada en Milán el 5 de febrero de 1887.
La acción se desarrolla en la isla de Chipre, a finales del siglo XV
ACTO I.- En el puerto, una multitud aguarda la llegada de la nave de Otello, gobernador de Chipre, que regresa victorioso de una batalla. Ha estallado una violenta tormenta y el pueblo teme que el barco, que Montano y Cassio han identificado en la lejanía, naufrague. Yago y Roderigo esperan también, mientras tanto la tormenta remite y la nave llega a puerto. Otello salta a tierra y se dirige a la multitud para invitarles a alegrarse («Esultate») porque los turcos han sido derrotados, y después entra en el castillo. Tras la intervención del coro, Rodrigo confiesa a Yago que está enamorado de Desdémona, la esposa de Otello y a su vez, Yago manifiesta que odia a Otello y envidia a Cassio a quien Otello ha promocionado por encima de Yago.
El pueblo enciende una hoguera y canta y baila en torno a ella. Después, mientras los soldados descansan, Yago inicia un brindis y trata de emborrachar a Cassio incitándole a una pelea. Provocado por Rodrigo, Cassio desenvaina su espada y en el tumulto hiere a Montano. Mientras, Yago ha enviado a Rodrigo para que dé cuenta a Otello de lo que ocurre. Otello aparece, impone su autoridad, hace que los querellantes enfunden sus espadas («Abasso le spade») y cesa en su puesto a Cassio. La primera parte del plan de Yago, el descrédito de Cassio se ha cumplido.
Desdémona ha acompañado a Otello en este lance, pero no dice nada hasta que todos se han marchado y ella se queda a solas con Otello. Entonan un dúo de amor en el que rememoran los felices tiempos pasados: «Già nella notte densa» («Ahora en la noche oscura»). Acabado el dúo, ambos retornan al castillo.
ACTO II.- En un salón del castillo, Yago trata de hacer creer a Cassio que quiere ayudarle para recuperar el favor de Otello y le aconseja que pida a Desdémona, que tiene gran influencia sobre su esposo, que interceda por él. Cuando Cassio se marcha al jardín, Yago manifiesta que parte de su trama consiste en sembrar en el corazón de Otello los celos en torno a su esposa y Cassio. Y entona su «credo»: «Credo en un Dio crudel che m’ha creato simile a se» («Creo en un Dios cruel que me ha creado semejante a Él»).
Cassio y Desdémona conversan. Yago, que los está vigilando, ve llegar a Otello y murmura, como para sí: «Ciò m’accora» («Esto me preocupa»), lo suficientemente alto para que llegue a los oídos de Otello Y después, y sutilmente, enciende los celos de Otello con el pretexto de prevenirle contra el «monstruo de ojos verdes».
Un coro de marineros, mujeres y niños, ofrecen una serenata a Desdémona, que está ahora en el jardín. Al contemplar la escena, las dudas de Otello se disipan, pero vuelven a surgir cuando su esposa intercede en favor de Cassio Sus bruscas maneras hacen pensar a Desdémona que Otello no se encuentra bien, y se acerca para pasarle una pañuelo por la frente. Otello rechaza el intento y el pañuelo cae al suelo, donde es recogido por Emilia, la dama de Desdémona. Finalmente, Emilia accede a la petición de Yago de que le entregue el pañuelo, y recibe por ello una recompensa.
Cuando salen las dos mujeres, Otello da rienda suelta a sus celosas dudas y se despide amargamente de su perdida paz de espíritu: «Ora e per sempre addio» («Adiós ahora y para siempre»). En este estado de espíritu pide a Yago que dé pruebas fehacientes de la traición de Desdémona. Yago entonces le dice que hace unas noches («Era la notte») Cassio habló en sueños diciendo que era el amante de Desdémona. Y para confirmarlo dice a Otello que le pida a su esposa un pañuelito determinado. Otello recuerda que, en efecto, Desdémona tiene uno que responde a esa descripción, que él le regaló. Entonces Yago asegura que está ahora en poder de Cassio; en realidad quien lo tiene ahora es el propio Yago. Para Otello ésta es una prueba indudable de la traición de Desdémona, y los dos hombres, puestos de rodillas, juran venganza: «Si, pel ciel marmóreo giuro» («Si, juro por el marmóreo cielo»).
ACTO III.- En el gran salón del castillo, un heraldo anuncia a Otello que están a punto de llegar unos mensajeros de Venecia. Cuando se acerca Desdémona, Yago advierte a Otello para que esté vigilante, y después se marcha. La conversación de Otello con su esposa es tranquila, con un toque de ironía, pero cuando Desdémona, de nuevo, le habla en favor de Cassio, no obtiene respuesta; en cambio Otello le dice que quiere ver el pañuelo que le regaló. Ella responde que está en sus habitaciones, y vuelve a interceder por Cassio. Otello, entonces, la acusa de infidelidad, lo que ella niega con vehemencia. Otello la ordena salir de allí, acusándola de cortesana. Una vez solo, Otello pone de manifiesto su dolor y angustia: «Dio, mi potervi scagliar» («Dios mío, me podrías lanzar…»).
Vuelve Yago, seguido de Cassio; Otello se esconde antes de que aparezca este último. Se inicia una conversación que es llevada por Yago hacia las aventuras amorosas de Cassio; Otello trata de escuchar, pero Yago se cuida de que sólo lleguen a él frases que podrían ser aplicadas a Desdémona. Otello que sigue oculto a la vista de Cassio, manifiesta sus dolorosos sentimientos que se acentúan cuando Cassio muestra el pañuelito de Desdémona que ha encontrado, sin saber quién lo ha puesto, en su habitación.
Las trompetas anuncian la llegada de los mensajeros venecianos, a cuyo frente viene Ludovico. Antes de que entren, Otello encarga a Yago que consiga una poción para envenenar a Desdémona. Yago dice que seria mejor ahogarla en el lecho y al mismo tiempo se ofrece para dar muerte a Cassio. En recompensa de todo esto, Otello nombra a Yago su lugarteniente. La multitud aclama a Otello, y Ludovico entra para entregar a Otello el mensaje de que es portador.
Bajo la tremenda impresión de los celos, Otello lee el mensaje. Es llamado a Venecia por el Dux y Cassio será su sucesor como gobernador de Chipre. Furioso, arroja a Desdémona al suelo, en presencia de todos. Ella le habla con gran patetismo y en el concertante todos expresan sus sentimientos ante la situación, destacando la alegría de Yago por el triunfo de su plan. En el clímax, Otello lleno de furia, maldice a Desdémona.
Ahora, solo con Yago, Otello desfallece. Mientras la multitud, fuera, canta en honor de Otello, el «León de Venecia», Yago, mira con desprecio la figura inerte de Otello y exclama: «Ecco il lione» («He aquí el león»).
ACTO IV. – En su dormitorio, Desdémona conversa tristemente con Emilia, recordando la triste canción de una sirvienta de su madre, Bárbara, vuelve ella a cantarla ahora: «Salce, salce» («Sauce, sauce»). Cuando Emilia se marcha, Desdémona, llena de tristes presentimientos, le dirige un adiós lleno de sentimiento. Ya sola en su aposento, canta de rodillas el «Ave María», y cuando lo termina se tiende en el lecho.
Entra Otello, coloca su cimitarra sobre una mesa, contempla a su esposa dormida, apaga la vela, avanza hacia el lecho y besa a Desdémona por tres veces. Ella entonces se despierta y entonces Otello le pregunta si ha pedido perdón a Dios por sus pecados y vuelve a acusarla de haberle traicionado con Cassio. Ella lo niega resueltamente una vez más, pero Otello le asegura que nada podrá salvarla, y después de negarle un instante que ella le pide para orar, la ahoga con la almohada.
Aparece ahora Emilia y dice a Otello que Cassio ha dado muerte a Rodrigo, que le había atacado; horrorizada descubre el cuerpo de Desdémona en sus últimos momentos. Pide socorro y aparecen Cassio, Ludovico y otros cortesanos. Emilia revela el complot de Yago, y éste huye, perseguido por los soldados. Otello, arrepentido por la monstruosa injusticia que acaba de cometer con Desdémona, hunde en su cuerpo un puñal, besa a Desdémona y muere.
Notas relacionadas con Otello:
Otello: La realización escenográfica, Nicolás Boni
Otello: Los Personajes
Mario Leonardi Marchesi es Otello
Otello: Los personajes: Virginia Tola es Desdémona
Otello: Los personajes: Marcelo Lombardero será Yago
Otello: Los personajes: María Cristina Salerno será Emilia
Rosario – Argentina
11 de Marzo de 2004
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