El Pro Musica Antiqua fue distinguido por la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fé como intérpretes destacados del año 2004. El reconocimiento se viene realizando desde el año 2000 como celebración del Día de la música (22 de Noviembre).
EL Jueves 25 de Noviembre en horas de la tarde la cámara de Diputados provincial se reunió en sesión especial para entregar la distinción al Pro Musica Antiqua de Rosario y a su director Cristián Hernández Larguía. La misma consistió en una plaqueta y diplomas para cada uno de los integrantes.
EL maestro Hernández Larguía estuvo acompañado por el clavecinista Manuel Marina, de la ciudad de Santa Fé y asiduo colaborador del Conjunto Pro Música de Rosario.
El reconocimiento, que en las tres ediciones anteriores se le otorgó a Ariel Ramírez, León Gieco y Virgina Tola, fue una decisión unánime de la Comisión de Cultura y Medios de Comunicación Social de la Cámara baja provincial y avalada, luego por todo el cuerpo.
El discurso (completo más abajo) que dió fundamentos de la distinción estuvo a cargo de la diputada provincial por la ciudad de Santa Fé y vicepresidenta de la mencionada comisión, María Celia Costa (PJ).
María Josefina Bertossi
Rosario – Argentina
25 de Noviembre de 2004
Publicamos aquí y gracias a los oficios de la Sra. Liliana Navas, secretaria de Comisión de Cultura y Medios de Comunicación Social, el discurso de la diputada provincial María Celia Costa, en el recinto legislativo de la ciudad de Santa Fé, el día Jueves 25 de Noviembre a las 17:15
Estamos hoy convocados a raíz de una decisión tomada hace unos años por este Cuerpo, a fin de distinguir anualmente a compositores e intérpretes musicales destacados pertenecientes a nuestra Provincia.
Por dictamen unánime de todos los miembros que integramos la Comisión de Cultura y Medios de Comunicación Social propusimos oportunamente nominar al conjunto Pro Música de Rosario para la mención que corresponde a este año, y el proyecto fue acogido por la totalidad de esta Cámara que ha otorgado su voto favorable.
Tenemos el honor hoy de fundar públicamente nuestro proyecto para brindar un justo reconocimiento a un grupo musical santafesino que por su trayectoria artística en el cultivo del género clásico ha merecido las críticas nacionales e internacionales más elogiosas.
Pero permítanme, mis pares, hacer algunas reflexiones previas que motivaron esta elección.
El director y compositor alemán admirado y reconocido en todo el mundo Hans Zender dijo al recibir el premio Goethe que la música se presenta con un poder revelador de resistencia contra una civilización industrial cada vez más hostil al espíritu, y por ello mismo, cada vez más hostil a la vida. Así pues, el arte musical se opone directamente a los valores básicos que nos quiere inculcar la sociedad mercantilizada.
Esta idea subraya el valor que tiene la existencia de Pro Música de Rosario, por su labor eminentemente formativa. Es evidente que muchos de nuestros hijos no están en condiciones de comportarse críticamente frente a una forma de difusión musical agresiva e invasiva, que inunda todos los terrenos de la vida con los productos más bajos y despreciables de una gigantesca industria de la diversión banal, movida por capitales internacionales.
Pro Música de Rosario es, entonces, un bastión del humanismo y del personalismo. Cultiva y lucha de manera inclaudicable desde hace años por el derecho a la belleza. Se equivocaría alguno de quienes me escuchan si pensara por un momento que sostengo una posición estetizante. Ya la filosofía griega nos enseñó la esencial unidad que existe entre la belleza, la verdad y el bien común.
Los griegos definían esa triple esencia con un término que hoy es intraducible: kaloquegacía. La Escuela de Frankfurt, de mediados del siglo pasado, fue revolucionaria en su visión anticipada de los problemas sociales y culturales que hoy nos afligen. Y ella sostuvo también este criterio. Teodoro Adorno, por ejemplo, ha puesto de relieve que la belleza, la verdad y el bien, que se nos aparecen luminosos al escuchar una gran obra musical, señalan, denuncian, con un dedo acusador implacable, las carencias y las miserias de la realidad.
La verdad del arte señala el carácter no verdadero de la realidad, en un sentido profundo, y muestra que el pensamiento y la emoción del hombre son siempre capaces de crear un mundo mejor, que supere los límites estrechos del materialismo inauténtico de un mundo banalizado y mercantilizado.
Esta concepción no es idealista. Constituye una toma de posición revolucionaria, como ya lo señaló Schillen en su tiempo, Schillen, filósofo del siglo 19. Una revolución política que aún hoy está pendiente.
Escuchando a nuestro querido Padre Atilio Rosso, alguna vez él decía que la peor exclusión que sufren los marginados es la exclusión a la belleza, es la exclusión de los bienes de la cultura más elevada.
Pro Música de Rosario es un grupo que por fuera de los mecanismos oficiales opera en favor de esa revolución política cotidiana. Hace muy pocos días, Carlos Fuentes nos ha conmovido con un discurso en el que reivindicó el poder de la lengua española como expresión del pluriculturalismo y del mestizaje.
Pro Música encarna la expresión musical de esa idea, recogiendo en su repertorio todos los aportes de las más viejas tradiciones de nuestros ancestros. Nos dan así una imagen plena y vigorosa de nuestra propia identidad cultural. A nosotros hombres y mujeres de la política que integramos un Cuerpo Colegiado con tantas responsabilidades ante la Provincia, permítanme decir que Pro Música nos da un ejemplo útil para nuestro trabajo. En palabras del musicólogo alemán Arnold Schering , la música, ha tenido siempre la mayor potencia asociadora, todo conjunto musical une a sus integrantes en la intención de un proyecto común, en desarrollar de manera asociada y armónica una tarea para la comunidad, una tarea en la que todas las voces son necesarias y todos deben ser escuchados.
Finalmente creo que en la figura del maestro Cristián Hernández Larguía, y en la trayectoria del Conjunto Promúsica puede sintetizarse la justicia de este homenaje.
Voy a leerles a modo de síntesis un currículum vitae de la persona y el conjunto al que hoy rendimos este homenaje.
Cristián Hernández Larguía es fundador y director del Conjunto Promúsica de Rosario desde su creación en 1962, es uno de los precursores de la difusión de la música antigua en la Argentina, es uno de los referentes indiscutibles de la dirección coral en América Latina. Comenzó esta actividad a fines de los años 30 realizando su perfeccionamiento junto a músicos como Pablo Casals, Nora Grimberg, Erwin Leucher, Robert Shaw, Juan José Castro, y Karl Richter, entre otros. Como director del Coro estable de Rosario que conduce desde 1946 obtuvo dos primeros premios en sendas versiones del Concurso Nacional de Coros en Buenos Aires, en 1957 y 1980 y seis premios en el Concurso Polifónico Internacional de Arezzo en 1981, del cual ya había obtenido un primer premio con el Pro Música Antiqua de Rosario en 1967. Con ambas agrupaciones ha actuado en importantes centros musicales de Europa y América, realizando hasta la fecha 33 grabaciones discográficas. No obstante su formación autodidacta ha sido profesor titular de diversas cátedras de la Universidad Nacional de Rosario obtenidas por concurso de oposición y antecedentes. Su actuación en el país y en el extranjero se ha completado con el dictado de conferencias, de seminarios y clases magistrales en Universidades, en importantes centros culturales de Colombia, Brasil, Chile y Estados Unidos. Ocupa una posición destacada en el conjunto del quehacer musical Argentino, siendo merecedor de más de 20 premios y distinciones entre los cuales destacamos: Diploma de Reconocimiento de la Universidad de La Plata en 1977, Premio Juan José Castro, Fondo Nacional de las Artes, 1982, Gloria de la Cultura Nacional, Municipalidad de Buenos Aires, 1984, Ciudadano ilustre, Municipalidad de Rosario en 1985, Conex de Platino, mejor director de la década, 1989, Orden de la Esperanza, 1989, Atril de Plata Sadaic, 1991, Tribuna Musical, Unesco, por su CD La Pasión según San Mateo, de Bach, 1997, Premio Una Manera de Vivir 2000.
Quiero finalizar este reconocimiento volviendo a las palabras de Hans Zender, que me parecen muy adecuadas para cerrar este merecido homenaje a la gente de Pro Música y al maestro Hernández Larguía: «El mundo de lo inaudible, nos dice Zender, el mundo de lo inaudible, nos dice Zender, lo invisible, lo informe, del que los antiguos chinos hablaban como del mundo de la música yace bajo la superficie como una segunda realidad oculta. El arte tendría la función de hacer transparente este doble suelo sobre el que nos movemos, tendría que activar la fuerza de transformación en cambio que todos llevamos adentro, tendría que recordar constantemente a los hombres su carácter total para que sean capaces de hacer las paces con la naturaleza y sus semejantes. Así y sólo así podría quizá el arte convertirse en un nuevo símbolo de la esperanza.
Creo que Promúsica de Rosario son una esperanza para el pueblo de la ciudad de Rosario y de toda la Provincia de Santa Fe.
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