A lo largo el verano de 1966, Raúl Soldi (1905-1994) trabajó en los talleres del Teatro General San Martín durante 41 días, elaborando las 16 telas que conforman la totalidad de su obra, y que fueron cuidadosamente pegadas en reemplazo de la anterior realizada por Marcel Jambon. Los 320 m2 que abarcan la cúpula cuentan con un total de 51 figuras que despliegan el universo creativo del artista configurando una ronda lírica que ilustran la magia de nuestro primer coliseo.
Con la presencia de Daniel y Diego Soldi, hijos del artista, y Carlos Monzani, miembro de aquel equipo de trabajo que lideró Soldi, fueron celebrado los 50 años de esta obra.
La pasión de Soldi por el mundo del teatro se evidenció en el foyer a través de una amplia selección de sus bocetos de escenografías y vestuarios, fotografías de la noche de inauguración, un imponente biombo dedicado a la Camerata Bariloche y el boceto original de la cúpula que el artista le obsequió al Intendente Francisco Rabanal y que lo facilitó su nieto Rubén Rabanal, presente en el homenaje.
En la sala principal, ambientada con música de Ottorino Respighi, podía apreciarse la magnífica cúpula pintada por Soldi que lució especialmente iluminada tal como sucedió en la gala inaugural el 25 de mayo de 1966.
A su vez, Daniel Soldi compartió con el público presente que cuando él tenía dieciséis años, y en una de las reuniones luego de que le habían propuesto a su padre pintar la cúpula, le preguntaron cuánto iba a cobrar; a lo que, luego de un largo silencio, respondió “sí, les voy a cobrar, los pomos y los recortes de telas después de pintar. Realmente fue emocionante para mí escuchar esas palabras”.
Carlos Monzani, quién fue colaborador del equipo de trabajo de Raúl Soldi durante el proceso, compartió: “Tengo grandes recuerdos de él, Raúl era un tipo que sabía de todo; de música, de pintura, de escenografía y llamaba mucho la atención lo gaucho que era con todos. Era un ser humano amable e inolvidable.”
27 de dcimebre de 2016
Rosario – Santa Fé – Argentina