Desde París donde trabaja como intérprete, trompetista y director y como docente, Alejandro Sandler en esta visita anual de cada invierno eligió dirigir a la Escuela Orquesta del Barrio Ludueña. Ha sido el primer director invitado que recibieron. El concierto fue un lujo, por distintas razones algunas más importantes que otras, para hablar solo de lo musical expresamos que la orquesta ha alcanzado un significativo nivel musical y tiene todo eso que nos tienen acostumbrado las orquestas infanto juveniles, contagian entusiasmo, felicidad.
mucho tienen en el repertorio y por eso pudieron hacerla divirtiéndose y sin el director. Pero eso
no quiere decir que no necesiten director, precisamente nos lo demostraron en los testimonios que nos dieron y que reproducimos en este artículo.
Hacía un tiempo que no escuchaba a la Escuela Orquesta del Barrio Ludueña, siempre al tanto de las actividades pero nos debíamos esto de sentarnos a escucharlos: probablemente haya sido lo mejor porque la sorpresa fue muy grande cuando bajo la batuta del Maestro Alejandro Sandler comenzó a sonar un número de La Arlesiana de Bizet, cuerdas, vientos y percusión se lanzaron con tanta seguridad y el sonido fue impactante, en todo el recital se advirtió el trabajo en la dinámica y la facilidad con la que enfrentan los cambios rítmicos siempre con ese desparpajo envidiable, casi inconsciente pero tan responsable, y puede que ese valor, el de la responsabilidad sea uno de los aspectos más importante de todo este proyecto que ya se ha consolidado y que se seguirá proyectando, de hecho la Fundación Allegro Allegro* también desarrolla otro proyecto similar en el Hogar del Huérfano y está comenzando otro más en el Barrio La Esperanza, cuyos chicos estuvieron presenciando el concierto del Jueves 30 en el Salón de Actos del Nomal Nº 2, y levantaron sus manitos con colores para identificarse como los próximos integrantes de una escuela orquesta.
Estuvimos dialogando con el maestro Sandler sobre la experiencia de estos días y también le preguntamos a los niños y jóvenes músicos sobre el trabajo con el director invitado.
Alejandro Sandler nos contó que ha estado en contacto porque conocía el proyecto:” desde hace tres años hacemos conciertos en París para colaborar con los chicos del Ludueña hicimos contacto con la Escuela Santa Teresa de París que han desarrollado actividades para poder mandar fondos destinado a la compra de instrumentos alrededor de 13 instrumentos.”. N de R: los instrumentos se han incorporado a la orquesta del Hogar del Huérfano.
¿Cómo fue el encuentro con los músicos?
Yo llegué muy emocionado, conozco la situación, hemos pasado el video en Francia, lo hemos visto muchas veces y yo llegué “blandito” pero los chicos quieren saber quien sos, entonces el principio fue duro yo estaba más blandito que ellos, ya en el segundo ensayo trabajamos mucho mejor cuestiones musicales, tienen mucha energía, una muy linda energía, hay niveles diferentes pero hay un percusionista, un cornista, un violinista, un flautista que están tocando muy bien! .
¿Musicalmente qué indicaciones tuviste que pedir especialmente?
Lo más delicado es trabajar la afinación es lo que lleva más tiempo, Entonces, trabajamos como afinar de la manera que se hace un una orquesta profesional que el violín afine los vientos, después los timbales después por cuerdas. También se trabajó las intenciones, hablamos de que aunque tengas notas repetidas todos los sonidos tienen que ser hermosos, lo que pasa que me decían los chicos que los que no tienen melodía se aburren (risas) entonces les pedí poner caras y que todo lo que toca cada músico sea interesante. También pusimos el ejemplo de un equipo de fútbol cada uno tienen que saber lo que hace el otro, escucharse. Algo muy positivo es el aspecto rítmico, se largan sin complejos.
¿Cuándo se estudia dirección coral, se contempla el hecho de que un director dirija una orquesta con niños?
Trabajamos con diferentes orquestas pero es verdad, es otra cosa, no creo que nos preparen para este tipo de actividad, hay que llegar a ellos. Ya después ya los chicos se sacaban fotos conmigo y mientras Derna les pedía que me llamaran maestro, ellos me decían Ale.
Llegar a ellos, creemos que Alejandro llegó a ellos y ellos a él, la muestra fue el resultado del recital que presenciamos.
Ahora, la opinión de los niños y jóvenes músicos de la orquesta sobre la experiencia con el director invitado.
Jonathan es el concertino de la orquesta, el primer violín, tiene una actitud responsable y se desempeña con gran orgullo, se nota que lo vive como un gran honor. Empezó en la escuela orquesta cuando tenía 9 años:
“ Fue una experiencia maravillosa, me sorprendió mucho porque un director como esos no se consigue en todos lados. Aprendí muchas cosas, por ejemplo me enseñó a afinar por filas que es mejor.
Lo que más me gusta de la orquesta son las amistades. Para mi la música es todo, es una pasión, cuando toco música lo siento por dentro (y le brillaban los ojos mientras me lo contaba).
Tamara, tiene 16 años y desde hace un año toca el clarinete:
“ Me gusta la orquesta porque tocamos, ensayamos, hacemos música, hace un año que estoy, me gusta lo que aprendí este año, los amigos que hice, como son los profesores, buenos y nos ayudan mucho, son todos muy compañeros.
Yo le decía Maestro, otros le decían Ale o Alejandro. Aprendí a organizarme los ensayos y a tocar mejor, por ejemplo el Humahuaqueño no me sale bien y él me corrige y estoy aprendiendo a hacerlo bien La música me gusta muchísimo quise empezar la orquesta desde que empezó pero me había anotado a violín y luego pasó el tiempo y elegí el clarinete.”
Hilda, Ruth y Alexis tocan toda la percusión (y me recalcaron la palabra “toda” bombo, placas, tambor, timables, platillos, los accesorios) Los tres coincidieron que la experiencia con el maestro Sandler: “Estuvo bueno, aprendimos un par de cosas, a hacer silencio, a escucharnos más. No nos reta, nos pidió silencio de buena manera para que nos escucháramos.”
Alexis remarcó que “nos enseñó a expresarnos más con los instrumentos porque como tocábamos antes no lo sentíamos tanto .”
Rocío, toca viola, para ella la experiencia con el maestro fue “muy bueno, es bueno y cuando tenemos un error él trata de mejorarlo, nos dijo que a veces cuando tocamos nos ponemos serios y él dice que mejor que nos riamos. .”
Sitio Fundación Allegro Argentina
María Josefina Bertossi
Rosario – Argentina
4 de julio de 2011