El Coro Estable de Rosario, que dirige el maestro Cristián Hernández Larguía, llama a inscripción para la realización de la Misa en Do Mayor de Beethoven y obras de Ginastera, Guastavino, Aguirre, Castro y otros en celebración del Bicentenario. Es imprescindible contar con experiencia coral y/o lectura musical. Los interesados podrán inscribirse al 425 8073 o en calle 9 de Julio 365 de 9 a 20.

La historia del CER (Coro Estable de Rosario) comenzó en 1942 para cumplir con las exigencias de un concierto que se realizó el 6 de Octubre y que incluía, nada menos que el “Réquiem” de Mozart. Por entonces, los coros en Rosario estaban preparados para un repertorio lírico (ópera y zarzuela). La polifonía, especialmente la contrapuntísica, estaba raramente figurando en los programas de conciertos y se necesitaba trabajarla respetando las características estilísticas que permitían apreciarla mejor. Así surgió en principio un grupo de coreutas dispuestos a comenzar una historia que representa gran parte de la actividad musical de Rosario.

El primer director, fue el alemán Ricardo Engelbrecht, había llegado a la Argentina huyendo de la guerra y el nazismo que imperaban en Europa. Precisamente, terminada la cotienda, el maestro Engelbrecht volvió a su país natal y fue así que se hizo cargo de la dirección, un muy joven músico: Cristián Hernández Larguía que ya tenía experiencia en la polifonía coral con el coro de madrigalista de la Asociación Rosarina de Cultura Inglesa.

Además de comenzar con un repertorio, hasta entonces poco común en la ciudad, el mismo cambió hacia la polifonía “a capella” cuando las dos orquestas sinfónicas que hasta la década del 40 funcionaban en la ciudad, se disolvieron.

En los años 50 participó y ganó el Primer Premio en el Concurso Nacional de Coros organizado por el Collegium Musicum de Buenos Aires, en la década del 60 Juan José Castro lo seleccionó para la interpretación del Oratorio El Pesebre de Pablo Casals con la dirección del mismísimo músico catalán en Teatro Colón de Buenos Aires. En la década del 70 se destaca otra vez la interpretación del Réquiem de Mozart dirigido por el Maestro Karl Richter. Para principios de los 80, nuevamente obtiene un primer premio en el Concurso Nacional de Coros organizado por la Subsecretaría de Cultura de la Nación y, seis premios en el Concurso Internacional de Coros de Arezzo (Italia).