Este Domingo 27 de mayo a las 19 en el Museo Castagnino, Fernando Gentile (Violonchelo) y
Laura Brunetti (Piano) interpretarán tres sonatas
representativas de laprimera mitad del siglo XX de Debussy, Martinu y Prokofiev
Organiza Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.

El Dúo Gentile- Brunetti comenzósu labor camarística en el año 1995 en la provincia de Santa Fe, mientras ambos realizaban estudios en la ciudad de Buenos Aires. Se presentaron en diversas salas de la provincia y la capital federal. Asistieron a cursos y clases con los maestros: Ljerko Spiller y Alicia Belleville entre otros.
El trabajo camarístico se vio interrumpido cuando el Sr. Gentile se trasladó a Alemania para cursar estudios de postgrado.
Retomaron sus actividades en el año 2008. Desde entonces desarrollan una intensa actividad recitalista en salas de todo el país. Sus últimos conciertos estuvieron dedicados a las sonatas de Beethoven y Brahms, escritas para esta formación.
Desde el año 2010, incluyen en sus presentaciones obras tanto originales como inéditas de compositores nacionales, realizando así una importante labor de difusión de la música clásica argentina.
En abril de 2011 se presentaron en el XI Festival Música Clásica por los Caminos del Vino, en Mendoza.

Sobre el programa:
La sonata de Debussy fue compuesta en 1915. La primera de una serie de seis que el compositor dedicaría a diversos instrumentos. Debido a la enfermedad que luego lo llevaría a la muerte, solo escribió 3, la de cello y piano, la de arpa, viola y flauta y la última para violín y piano. Esta primer sonata es breve, dura solamente unos 11 minutos. A pesar de esta característica, se hacen presente en ella todos los colores, armonías y recursos que hicieron famoso al compositor francés.

La sonata de Martinù es la primera de una serie de tres que el compositor dedicó a esta formación. Fue compuesta en 1939, año en que comenzó la II Guerra Mundial. Se encuentran en ella los movimientos contrastantes propios del clasicismo, mas plenos del lenguaje rítmico y cromático que caracteriza al músico checo.
Para finalizar, la sonata de Prokofiev, escrita en 1949. Obra de madurez del artista ruso quien nos dejó la ya popular “Pedro y el lobo”.
En esta sonata aparecen temas de increíble lirismo, como si una voz realmente entonara estas melodías. Como contraste aparecen los ritmos precisos y escalas veloces que retrotraen al Prokofiev de las últimas sonatas para piano. Durante su composición contó con el asesoramiento del legendario cellista Rostropovich.