El 24 de Agosto de 1981 el Coro Estable de Rosario y su director el Mº Crisitán Hernández Larguía subían al Boeing 747/200 que partía por primera vez del aeropuerto de Rosario con destino a Madrid-Roma. El acontecimiento fue por partida doble para la ciudad, el destino del CER era el Concurso Internacional Guido de Arezzo, donde se convirtió en el coro más premiado.
Como consecuencia de obtener el primer premio en el Concurso Nacional de Coros celebrado en el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires, el Coro Estable de Rosario se hizo acreedor a los pasajes para participar en el tradicional Concurso Internacional Polifónico “Guido de Arezzo”, que se celebró en Arezzo, ciudad medieval de la toscana italiana.
El 24 de agosto de 1980 era un típico día soleado de Agosto, el frío apenas se sintió cuando comenzó a oscurecer, momento en el que unos cuantos rosarinos se prestaron al intento y logro de levantar vuelo.
Los coreutas y el director partieron directamente desde Rosario con destino a Roma (previa escala en Río de Janeiro y Madrid) en un Boeing 747/200 de Aerolíneas Argentinas (luego la partida de un vuelo similar se produjo solo una vez más). EL Aeropuerto Rosario estaba repleto de gente que no quería perderse la llegada y la partida (que era el gran interrogante) de semejante aeronave. El público asistente estaba formado, por autoridades, invitados, muchos curiosos (las líneas de colectivo por Ruta 9 vieron colmadas sus unidades de horas tempranas, según decía la crónica de La Capital) y los amigos y familiares de los cuarenta y cuatro integrantes de la delegación del Coro Estable de Rosario que viajaban en representación del país.
Los premios:
-Segundo premio en categoría coro mixto
-Tercer premio en Categoría coro femenino
-Mejor interpretación de Música contemporánea, por la obra O vos Omnes de “Lamentaciones de Jeremías” de Alberto Ginastera
– Distinción por la mejor interpretación de canto popular por la obra “Candombe” de Elifio Rosáenz
-Premio al coro de procedencia más lejana (el jurado lo consideraba un esfuerzo considerable)
-Premio al coro más premiado
Finalizado el concurso el Coro Estable de Rosario continuó una gira por otras ciudades de Italia (Stia, Roma), Alemania (Colonia, Frankfurt, Dallbruch) y España (Real Teatro de Carlos III, El Escorial), cosechando las mejores críticas dedicadas a un repertorio formado por obras de Gabrieli, Gesualdo, Moneteverdi, Ibert, Debussy, Mendelssohn, Schumann, Brahms, Kodàly, Poulenc, Thompson, Negro Spirituals, y música argentina de Piazzola, Urbiztondo, Valenti Costa, Rosáenz.
No es exagerado señalar que aquel día fue histórico para Rosario, fue el vuelo inaugural intercontinental desde nuestra ciudad y una fecha más en la que la calidad musical de la ciudad partió rumbo a la consagración.
24 de Agosto de 2005
Rosario – Argentina
Crónicas para no olvidar:
La Nazione di Arezzo (Italia) publicó en la semana del Concurso (27 al 30 de 31 de Agosto) la crónica del crítico italiano Claudio Santori
“La intensa jornada terminó con la presentación de canto popular, o sea el tema representativo de cada país. Si bien algunos coros fueron desilusionantes, no podemos de cir lo mismo de los argentinos de Rosario de Santa Fé. Se mostraron plenamente convincentes y capaces de meterse al público en el bosillo, que no dudó ni un momento en brindarle calurosos aplausos.”
“Las chicas de Hannover obtuvieron el primer puesto. En cuanto a los dos siguientes, el público, con demostraciones harto claras, expresó su disconformidad, demostrando su perplejidad cuando el speaker” anunció segundas a las húngaras ya que la diferencia de puntaje fue la mínima. Estaban ambas en la misma altura de valores y la preferencia por unas o por otras pudo ser solamente cuestión de gusto personal del jurado. Estaban ambas a la misma altura de valores y la preferencia por una o por otras pudo ser solamente cuestión de gusto del jurado.”
Entusiasta se presenta la batalla en lo referente al coro mixto, porque por lo menos dos coros habían brindado ejecuciones plenamente convincentes, ya sea en las composiciones de obligación ya en las de libre elección, las cuales fueron muy festejadas por el público. Hablo del coro filipino, dirigido por Andrea Veneración, y del coro argentino de rosario, dirigido por Cristián Hernández Larguía. Los filipinos prevalecieron, sí, por un mínimo puntaje, pero estoy seguro de la batalla verbal y acalorada que se suscitó entre los del jurado, desde el momento que el resultado se dio hacia las 3 de la mañana.”