Recientemente con motivo de un concierto: en la Casa del Reloj en Madrid el sitio estrelladigital.es publicó un artículo en el que se comenta uno de los conciertos ofrecidos por la flautista Lorena Barile junto a la soprano Graciela Armendáriz y Laurence Verna.
El artículo lo firma María Teresa García Hernández , Cabe recordar uqe Lorena Brile nación en San Nicolás, gran parte de su carrera siendo muy joven la desarrolló en Rosario. Por su parte la soprano Graciela Armendáriz también es argentina nacida en Mendoza.
Este es el texto publicado por el sitio español:
os asistido el domingo 27 y el lunes 28 de noviembre a dos conciertos de altísima categoría artística en dos Centros Culturales diferentes de Madrid.
Esto conduce a una reflexión sobre la gran labor cultural que se lleva a cabo por parte de las Juntas Municipales con unos programas muy variados –por razones de trabajo en nuestro caso asistimos con mayor frecuencia a los programas líricos- y resulta gratificante constatar el interés que despiertan en el público, sobre todo entre nuestros mayores. Bien es verdad que, muy probablemente, éstos asisten a todos los espectáculos que les propone el centro cultural de su barrio, y hacen muy bien; pero resulta entrañable ver a señoras ya de edad, solas o en grupo, también matrimonios, disfrutar cuando el programa les trae músicas que se han aprendido en otros tiempos: eso sí, a veces no pueden contenerse y cantan bajito… Son habituales y fieles, muchas veces conocen a los artistas a los que han visto en otras ocasiones, y se oyen comentarios así: “éste es muy bueno… ella, qué simpática es y cómo canta…” Hablábamos de labor cultural, pero también social, porque para ellas (y ellos), prepararse, vestirse y arreglarse con el fin de asistir a un espectáculo supone un estímulo muy importante, ya que a la vez van a ver a muchas vecinas (y vecinos), van a comentar las actuaciones y recordar que esa romanza la cantaba Marcos Redondo, o Kraus, o Victoria de los Ángeles…, que tal zarzuela se puso en el teatro Fuencarral allá por los años cincuenta… Estos Centros Culturales tienen el valor añadido de acercar la música, el teatro, la poesía, el arte a los barrios, a veces alejados del centro de la ciudad, y por lo tanto, hacen posible la asistencia de personas a las que no resulta muy fácil circular lejos de su entorno más próximo; eso sin contar el aspecto económico: los grandes coliseos tienen precios muy elevados para muchos bolsillos, aunque haya descuentos y días del espectador, mientras que estos centros son gratuitos.
Los programas y los intérpretes que ofrecen, en cambio, están a la altura de cualquier gran escenario. Hemos visto en ellos a cantantes y músicos de reconocido prestigio nacional e internacional. Valgan como muestra los dos espectáculos a los que antes aludíamos: en la Casa del Reloj, el día 27, Graciela Armendáriz, exquisita soprano con repertorio de ópera de primer orden, Lorena Barile, gran concertista y profesora de flauta, y Laurence Verna, pianista repertorista del Coro del Teatro Real de Madrid. Sorprendieron al público tanto la voz como la expresividad de la cantante y el virtuosismo de la flauta y el piano, en un programa de alta dificultad (F. Schubert, E. Bozza, I. Aboulker, C. Franck y F. David). Y el lunes 28, en el Centro Cultural Espronceda, un magnífico programa de música española e italiana a cargo de Margarita Marbán, Moisés Molín y Abel Iturriaga al piano. A Margarita Marbán la hemos aplaudido en ópera, opereta, musical y recitales; ha interpretado los papeles de soprano ligera en los títulos más conocidos de zarzuela grande y género chico por los teatros punteros de la geografía española; inolvidables sus creaciones del vals de Château-Margaux, la Canción del Arlequín de La Generala … y cómo no, su Francisquita. Moisés Molín ha prestado su voz grande de tenor a Turiddu, a Don José… y uno de estos días viaja a Alemania para cantar Tosca. En el concierto, estos dos cantantes tuvieron a su lado al pianista Abel Iturriaga, componiendo un elenco que el público premió con sus aplausos y sus bravos entusiastas.
16 de diciembre de 2011
Rosario – Argentina