Christopher Dorsey es un guitarrista estadounidense que estuvo en Rosario para (por segunda vez) grabar en nuestra ciudad obras del compositor y guitarrista Marcelo Coronel. ¿Cómo es que un norteamericano se llega hasta aquí por nuestra música? ¿Qué cosas tiene queaprender un intérprete extranjero sobre nuestra música folklórica?
Dorsey estuvo un poco más de dos semanas en nuestra ciudad, tiempo en el que trabajó directamente con el compositor Marcelo Coronel y luego grabó las siete piezas pertenecientes a “Temple del Diablo”, titulado así por estar escrito en una afinación especial. “Temple del Diablo” acaba de publicarse en un álbum con las partituras de la serie uno (las tres primeras piezas), que fue posible gracias a la ayuda del propio Christopher revisando partituras, textos en inglés e incluso ayudando a financiar el proyecto. El álbum con la serie dos, se está distribuyendo en formato digital porque aún no ha sido impreso.
Que un aglosajón se interese por la música argentina, de un compositor contemporáneo, que ese compositor sea rosarino y que viaje a grabar aquí, no es común.
Christopher Dorsey: Es una historia larga, vine a Buenos Aires a estudiar tango en el 2000, recibí becas de mi universidad donde estaba haciendo mi doctorado y para recibirme quería hacer una investigación sobre el tango y la guitarra. En ese momento vine para estudiar con Hugo Romero y otros guitarristas. Yo había escuchado música de Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa o Los Chalchaleros y pero nada sobre la música folklórica con nueva proyección, me encantó la música de Juan Falú y me llevé mucho material a mi casa en EEUU. Yo estaba también haciendo una investigación sobre la música de Piazzola. En el 2001 llegó a Sedona (Arizona – EEUU) el Cuarteto de guitarras Santa Fé, los escuché especialmente porque tocaban Piazzola.
Uno de los integrantes Mariano Fontana (de Funes) estaba tocando algo muy bueno, pregunté de quien era y me dijo que era de Marcelo, así que después de algunos meses ya estaba estudiando el Imaginario Argentino para uno de mis conciertos.
Christopher Dorsey descubrió la música argentina por Piazzola, dice que “estaba fascinado”, la música folklórica argentina la conoció haciendo el camino de la música sudamericana, también la música del Brasil, su esposa es ecuatoriana y vivió de niña en Buenos Aires ella contribuyó también a l conocimiento de la música argentina.
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar con el compositor?
Christopher Dorsey: Es una experiencia increíble, no he tenido oportunidad de trabajar con otro compositor y es la tercera vez que vengo aquí (el primer viaje a Rosario fue en el 2006 porque le encargué una obra que se llama Música de los Andes, vine a aprender los secretos de la música folklórica.
¿Cuáles son esos secretos?
Christopher Dorsey: Siempre hay que escuchar para saber como están comunicadas las melodías y los ritmos. Otra cosa que es difícil es aprender los rasguidos, los fraseos, los acentos. Para un compositor es difícil escribir todo eso.
Sé que me falta mucho tiempo para entender la música folklórica que es música de baile y canto, aún más de baile y entonces lo rítmico es fundamental y eso es lo que más trabajo y he trabajado con Marcelo. El respeta mucho las formas tradicionales, la armonía es muy interesante para mi como también los contra cantos Además, su música es interesante por varias razones, el dice que es músico popular pero en realidad es un músico clásico. Su música es en muchos casos, música barroca por la forma que maneja las voces interiores que no es fácil en una guitarra
Y el compositor : ¿Qué sensación tiene de componer para un guitarrista de tan lejos?
Marcelo Coronel: Lo mejor que le puede pasar a alguien que escribe música es que los intérpretes se preocupen por tocarla, el solo hecho de que la interpreten es una satisfacción tremenda, porque uno en realidad escribe para los demás, escribe para que esa música se vaya y sirva a otros también, a los que la quieren tocar y a los que la quieren escuchar. Esos es una gran satisfacción. Que sea un extranjero tiene un plus, porque tiene una satisfacción como persona de una cultura, es como un orgullo que se siente que la propia cultura puede ser importante para otros como para hacer el esfuerzo de estudiarla, viajar hasta aquí, permanecer y armar proyectos artísticos. Es común que los artistas argentinos se preparen aquí y luego se vayan. En este caso es un extranjero que viene de un lugar que es meca para muchos artistas, Christopher viene a la Argentina, y no a BA sino a Rosario, y graba en Rosario es decir que tenemos todo para ser un polo de producción e irradiación en nuestra ciudad.
¿Cómo se desarrolló el trabajo?
Marcelo Coronel: Hicimos una cuidadosa planificación del trabajo en función de lo que íbamos a grabar y del tiempo que él estaría aquí, porque si bien el venía con las obras estudiadas, él también quería tomar clases antes de grabar para encontrar esas otras cosas que son imposibles de escribir, esas sutilezas, pequeños fraseos que tienen que ver con un lenguaje nativo que si no está la música no funciona. Lo bueno es recibirlo de un contacto directo, del músico que así lo hace desde chico. Por eso nos reunimos los dos, para trabajar juntos con guitarra mano a mano sobre las partituras y sobre los ritmos: por ejemplo, una de las cosas que él grabó es una chacarera y por eso estuvimos cantando chacareras para que cuando las tocara, pudiera tocar, puntear o decir esas melodías y contra cantos sintiendo los acentos del rasguido. Empezamos así, y luego fuimos al estudio, este año fue mucho más fácil que el año pasado (cuando grabamos 10 piezas pertenecientes a Música de los Andes y a Imaginario Popular Argentino: Centro y Noroeste) y eso es porque él ya está más permeable.Tiene una gran capacidad de trabajo, una solo vez se le dá la sugerencia y la incorpora.
¿Por qué esta obra que te encargó Christopher se llama Temple del diablo?
Marcelo Coronel: A veces la guitarra se afina de manera alternativa para facilitar la interpretación en ciertas tonalidades, esto es muy común en Sudamérica. Yo escuché durante mucho tiempo que a la afinación con la quinta en sol y la sexta en re se la llama temple del diablo, un día cuando quise averiguar, descubrí que hay por lo menos 50 afinaciones que se llaman así, creo que estamos en presencia de una situación confusa que todavía no ha sido buceada por los musicólogos y por eso no podemos decir que esta sea la afinación `temple del diablo´. Experimentando con esa afinación escribí estas piezas.
Aprovechando a 2 guitarristas les pregunto, es realmente la guitarra el instrumento más difícil de tocar bien?
Marcelo Coronel: En la guitarra el sonido hay que construirlo, si uno falla la guitarra hace ruidos, es un instrumento ingrato, hay que estar muy atento y aún con mucha concentración es difícil erradicarlo, hay un complemento de ruido que ya está asumido, que es parte del timbre del instrumento.
La afinación es otro tema difícil, hay una vieja frase que dice que “el guitarrista se pasa la mitad del concierto afinando y la otra mitad tocando desafinado”, aunque siempre tratamos de probar que no es cierto.
Hay algo más que es maravilloso: el contacto físico de los dedos con las cuerdas y que genera los ruidos, eso nos dá posibilidad de lograr vibratos, y sonidos y arrastres que sobre todo en la música de raíz folklórico son expresivos.
Sobre Christopher Dorsey : Nació en Byron, Georgia (USA). Comenzó sus estudios de guitarra con Douglas Back en la Georgia Southwestern University continuandolos con John Pell en la Belmont University en Nashville, Tennessee. Recibió su maestría en música en la Middle Tennessee State University, en donde estudió con William Yelverton. En el verano de 1998, Dorsey estudió flamenco en Granada, España en la Escuela Carmen de las Cuevas. Ha participado en la master class de David Leisner en el V Festival Internacional de Cuernavaca (México) y ha tocado para Dusan Bogdanovic, Michael Chapdelaine, Javier Garcia Moreno, William Kanengiser, y el guitarrista argentino Aníbal Arias. En 1998 Dorsey ingresó en el Graduate College de la Arizona State University para obtener su doctorado bajo la dirección de Frank Koonce. En el año 2000 fue premiado por The ASU College of Fine Arts y the «Friends» of the ASU Center for Latin American Studies con una beca para estudiar tango en Buenos Aires, Argentina, en donde lo hizo con varios músicos prestigiosos en el mundo del tango, incluyendo entre ellos a Hugo Romero.
María Josefina Bertossi
25 de junio de 2008
Rosario – Argentina