Durante los días 25 y 26 de Julio en el auditorio de la Escuela Municipal de Música (Oroño 1540) y organizado por la Asociación Camarística de Rosario el Maestro Guillermo Opitz dictó clases sobre música de cámara en las que participaron cantantes e instrumentistas de nuestra ciudad. En la entrevista Opitz, nos cuenta sobre sus comienzos en la música y algunos detalles del trabajo con cantantes.

Guillermo Opitz, nació en Buenos Aires y cuenta que de bebé lo llevaron a Alemania, de allí volvió con el acento extranjero, con formación musical y con experiencia vocal, ya había cantando en el Kreuzchor (coro de la Cruz, famosos coro de niños en Dresden, Alemania) junto a Peter Schreier y Theo Adam: «Esa fue la época más incisiva de mi formación. Cuando mé fui de Alemania, tenía 12 o 13 años quería ser dos cosas. Por un lado cantante, y por otro lado arquitecto. Tengo una casa construida y nunca fuí cantante, es decir de chico canté en coro y era solista, pero luego no fuí cantante».

Es pianista acompañante, músico de cámara, es hoy considerado un prestigioso pedagogo musical. Fue Premio Kónex de la Música en 1989 y jurado del mismo en 1999.

¿Cuándo decidió dedicarse a ser maestro de cantantes?
Guillermo Opitz: Ya en Buenos Aires terminé piano, dirección coral, siempre me interesó la conexión de la palabra con la música, eso fue y es una pasión. Primero dirigí varios coros en Buenos Aires, hice ópera e hice mucha música de cámara. En una época dirigí mucha música de Cámara instrumental para la Fundación Antorchas y hoy con la Académica de Buenos Aires tengo tres o cuatro grupos que los guío en la música de cámara.

¿Cuál es el defecto común que encuentra en los cantantes que llegan a estudiar con Ud. ?
Guillermo Opitz: El sentido del fraseo no está siempre incorporado. En países de mucha tradición vocal como Austria, Alemania, Inglaterra no va a escuchar a alguien que no cante con buen fraseo. Estuve una época en EEUU y ya no es así, y aquí (en Argentina) pecan un poquito con eso, no van al final de la frase y eso le quita claridad al fraseo. No es grave, es algo que se corrige. La mayor problemática para el cantante es que tiene que dar un salto de un ambiente idiomático a otro, y cada uno tiene sus reglas, a veces creen que es la técnica la que hay cambiar, en realidad el cambio es mental.

¿Qué es lo más difícil de corregir?
Guillermo Opitz: Si es inteligente no hay límite.
¿Ha tenido casos difíciles?
Guillermo Opitz: No, comúnmente me tocan casos con mucho talento, el talento argentino es muy permeable, enseguida llega, Ud. le dá una idea y llega.

¿Qué se debe tener en cuenta para cuidar la voz?
Guillermo Opitz: No resfriarse … ( en obvia alusión a la afección de la periodista)
Dicen que el chocolate no es bueno……(risas).

De vez en cuando hay algún maestro que hace daño, hay muchos buenos maestros en la Argentina pero de vez en cuando hay alguien que más que daño atrasa el dasarrollo del cantante. ¿Cómo detectarlo? Es una sabiduría del mismo cantante. Cuando estuve en Europa asistiendo a los certámenes, allí se vé que es un punto menos para los cantantes cuando no han sabido elegir a sus maestros, parece injusto pero es así.

¿Qué consejo le dá a los cantantes?
Guillermo Opitz: Trabajar y cantar con el alma. Ante todo la disciplina en el trabajo.
En Europa, en EEUU el mismo ambiente dá la exigencia, porque para cada puesto hay tantos postulantes que si descuida, el puesto es de otro. Aquí, es la falta de aliciente, el puesto no está.