Los días domingo 4 a las 19, sábado 10 de Octubre a las 21 (funciones extraordinarias) y miércoles 7 de Octubre, a las 21 (función de abono), subirá a escena en el Teatro El Círculo la ópera La Traviata de Giuseppe Verdi. Las sopranos Mónica Ferracani (Buenos Aires) y Marina Silva (Rosario) serán interpretarán a la protagonista de esta historia en las funciones del 4 y 10, y la del 7 respectivamente. En este artículo: reparto, argumento y bocetos.
¿Qué significa Violeta?
Una misma pregunta para las dos intérpretes de Violeta, la dama de las camelias.
Mónica Ferracani: es un personaje que siempre me apasionó, además fue mi primer rol protagónico de repertorio, la primera vez que lo hice fue en Bogotá, luego en Buenos Aires, en Uruguay y el interior del país, es como volver al primer amor, y hacía 15 años que no tenia un producción de Traviata, durante la primera etapa de mi carrera me la pasé cantando Traviata y ahora canto Aída, Trovatore, Nabucco, Attila, y esto me encanta que sea una producción de época, como debe ser. Muy contenta, me gustaron los trajes y los bocetos lo ideal para un cantante una puesta como debe pasar.
Marina Silva: creo çque Violeta es una mujer apasionada que sabe lo que quiere que le gusta la vida que lleva y que tiene su vida organizada de una manera hasta que llega Alfredo y la saca de esa organización, de esa estructura.
Es la primera vez que haré el rol en una versión completa.
La Traviata
Opera en cuatro actos
Música de Giuseppe Verdi (1813 – 1901)
Libreto de Francesco María Piave,
basado en la obra «La Dama de las Camelias», de Alejandro Dumas (h.)
Reparto
Violeta Valery, cortesana: Mónica Ferracani ( 4 y 10/Oct.) – Marina Silva (7 de Oct.)
Alfredo Germont, amante de Violeta: Juan Carlos Valls (Uruguay)
Giorgio Germont , padre de Alfredo: Ricardo Ortale
Flora Bervoix, amiga de Violeta: Anabella Carnevali ( 4 y 7/Oct.) – Carina Herrera ( 10/Oct.)
Gastón, Vizconde de Letorieres, amigo de Alfredo: Andrés Novero ( 4 y 7/Oct.)
Pablo Parente ( 10/Oct.)
Marqués D´Obigny, amante de Flora: Claudio Gagliano ( 4 y 7/Oct.)
Ignacio Ojeda ( 10/Oct.)
Doctor Grenvil, médico de Violeta: Mauricio Cuesta ( 4 y 10/Oct.) – Ignacio Agudo ( 7/Oct.)
Annina, criada de Violeta: Carina Herrera ( 4 y 7/Oct.) – Sandra Lopez ( 10/Oct.)
Dirección musical Marcelo Pozo
Dirección Escénica Nora Gonzalez Pozzi
Coordinador Técnico de Producción Rubén Berasain
Vestuario Fundación Opera de San Juan
Diseño de vestuario Lic. Omar Diaz
Coro de la Opera de Rosario Director: Horacio Castillo
ARGUMENTO
La acción tiene lugar en París y sus alrededores, a mediados del siglo XIX
Acto I – Salón en casa de Violeta Valery
Violeta Valery, una afamada cortesana, da una fiesta en su mansión en París.
El vizconde Gastón le presenta a su amigo Alfredo Germont, quien anhelaba
conocerla. Alfredo inicia un brindis, secundado por Violeta y los invitados,
en el que exaltan el amor y la alegría de vivir. Terminada la cena, los
invitados se dirigen al salón de baile. Violeta, pálida y fatigada, víctima
ya de una dolencia que dará en breve fin a su vida, permanece sola unos
instantes. Interesado por su salud, se acerca Alfredo que termina por
declararle un apasionado amor. Violeta lo rechaza, pero le regala una
camelia, diciéndole que regrese cuando la flor se haya marchitado. Después
de que los invitados se han marchado, Violeta queda sola meditando sobre un
amor que siente con nobleza y sinceridad, pero finalmente desecha la idea.
Ella necesita ser libre para vivir su vida, día y noche, de un placer a
otro.
Pocos meses después, Alfredo y Violeta llevan una existencia tranquila en
una casa de campo. Violeta ha abandonado su anterior estilo de vida y se ha
enamorado de Alfredo, a pesar de sus razonamientos anteriores en sentido
contrario. Sin embargo, Alfredo descubre que Violeta ha vendido todas sus
pertenencias para financiar su vida en el campo y se dirige a París para
corregir la situación. Durante la ausencia de Alfredo, su padre llega a la
casa y le comenta a Violeta que la relación con su hijo ha destruído el
futuro de Alfredo y la suerte de su hermana, ya que su reputación como
cortesana compromete el nombre Germont. Violeta escucha, con un creciente
remordimiento, las patéticas palabras del señor Germont y decide abandonar a
su amado, poniendo como excusa su deseo de regresar a su antigua y libertina
existencia. Al retirarse el padre de Alfredo, Violeta se dispone a
escribirle una carta, pero ante la llegada del amado no puede disimular su
inquietud, implorándole que la ame siempre como ella lo ama. Alfredo queda
solo. Llega un comisionista para entregarle una carta con la triste
confesión de Violeta. Desolado, ve llegar a su padre que viene a consolarlo
en su desdicha. Alfredo no quiere escucharlo, y al descubrir una invitación
de Flora Bervoix, amiga de Violeta, decide ir a París con el fin de
encontrar allí a su amada.
Acto III – Fiesta en el palacio de Flora Bervoix
Llegan los invitados, algunos disfrazados de gitanas y toreros. Entra
Alfredo, fingiendo indiferencia cuando le preguntan por Violeta y se sienta
a la mesa de juego. Para ahogar su pena, Violeta se consume aún más
profundamente en su libertinaje y se presenta acompañada del Barón Douphol.
Este personaje que siente por Alfredo rencorosos celos, totalmente
correspondidos por el joven, lo invita a jugar con mal disimulada ira.
Alfredo gana la partida, lo que aumenta el desagrado del Barón. Violeta,
temerosa de que el encuentro de Alfredo con el Barón tenga un funesto
desenlace, se muestra muy angustiada e intenta persuadirlo de que abandone
la reunión. Alfredo le ruega que reanuden sus amores, pero Violeta se niega
pues ha jurado abandonarlo para siempre, y con el propósito de alejarlo le
confiesa que ahora está enamorada de Douphol. Furioso, Alfredo llama a los
invitados, y le infiere la terrible ofensa de pagarle con dinero los favores
que de ella recibiera. Violeta se desmaya y todos censuran el poco
caballeresco proceder de Alfredo, entre ellos su padre, quien se presenta
ante el estupor general. Violeta recupera sus fuerzas y confiesa su amor por
Alfredo, quien sale junto con el Barón dispuestos a batirse a duelo.
Acto IV – En la habitación de Violeta
Algunos meses después de la fiesta, Violeta yace en cama debido al avance de
la tuberculosis. Lee una carta del señor Germont, en la que le dice que el
Barón fue herido en el duelo y que Alfredo volverá a ella en busca del
anhelado perdón. Desgraciadamente este cambio de actitud es demasiado
tardío. Violeta comprende que va a morir muy pronto y dedica a Alfredo sus
melancólicos recuerdos de otros días. Llega Alfredo para implorar perdón,
prometiéndole un futuro lleno de felicidad, pero Violeta se siente
desfallecer. Acuden el médico y el padre de Alfredo. Violeta se despide de
su amado entregándole un medallón como recuerdo y deseándole que encuentre
su dicha en una joven de su condición. Por un instante Violeta cree
recuperarse, pero pronto se desploma ya sin vida.
María Josefina Bertossi
30 de Setiembre de 2009
Rosario – Argentina
Backstage del ensayo Pre-general