Cintia Cristiá: entre la música y las artes plásticas
Interpretación de una obra de Xul Solar


    Para conocer la relación entre la música y las obras de Xul Solar, Tesis de su Maestría en la Universidad de París – Sorbona, y ahora de su Doctorado, la Lic. Cintia Cristiá
    escribió el siguiente comentario para Entre Notas, interpretando una de las obras del pintor argentino, “Cinco Melodías”

     Alejandro  Xul Solar, Cinco melodías, 1949, acuarela, 35 x 50 cm, Colección del Museo Xul Solar

    Entre 1948 y 1949 Xul Solar utiliza un mismo principio como base estructural para una veintena de obras: la serie de las multiondas – ondas múltiples – término
    acuñado por el artista para describir la superposición de planos coloreados ondulantes. Entre las tres que poseen títulos musicales, se cuenta Cinco melodías (1949), un paisaje místico con cadenas de montañas de colores, rampas, extraños árboles y edificios y algunas formas humanas. El juego de transparencias y la graduación de colores le confieren una maravillosa luminosidad, acentuada por la técnica elegida. Un suave movimiento se establece con las ondas, ritmado por las diagonales de los puentes y los volúmenes de las construcciones. El diseño de las rampas como pentagramas, encordados o diapasones con casilleros, agrega significaciones musicales a la composición, cuya filiación con el mundo sonoro está reafirmada en el título. Veamos sus elementos con más detalle.

    Las cinco extrañas construcciones geométricas podrían ser refugios de montaña o templos perdidos en ellas. Las incisiones en la parte superior de los cilindros sugieren cierto parecido con los tubos del órgano, lo cual agrega implicancias musicales. El detalle inquietante de estas guaridas son los rostros ocultos en el interior de los tres de primer plano. Ubicados al final de las rampas, estos templos parecen portales que dividen las etapas de un camino hacia lo alto, franqueables sólo al resolver el acertijo formulado por sus severos guardianes. Los pinos cónicos que se elevan aquí y allá, sugieren cierta perspectiva en sus variaciones de textura y color. Un sol circular se esconde parcialmente detrás de la última melodía, sobre un cielo crema y oro. Un enigmático rostro femenino flota sobre la segunda onda, simbolizando, quizás, a una musa inspiradora.

    Cinco diminutos peregrinos azules, uno sobre cada rampa, parecen avanzar por el paisaje. ¿O se trata de diferentes momentos de la travesía del mismo personaje? Como en los cuadros medievales, esta simultaneidad temporal indicaría el movimiento de un peregrino, cuya postura varía según la etapa en la que se encuentra. Al principio, ubicado en primer plano, luce lleno de esperanza y levanta su mano derecha con entusiasmo. En la segunda rampa, ya está algo cansado; la mano reposa sobre la cadera. En la tercera, duda; parece rascarse la cabeza y haberse detenido. Continúa, pero asciende la cuarta rampa con dificultad. Finalmente, sobre la quinta rampa, muy cerca del último templo, un aura dorada rodea su cabeza, sugiriendo que la ascensión lo ha iluminado. En suma, la secuencia de estos homúnculos simboliza los distintos momentos de una elevación espiritual. Que esta se realice a través en la música (las ondas-melodías) y a través de ella (las rampas-pentagramas) es muy significativo.

    En cuanto a las ondas, no es posible probar que representen melodías concretas. Se sabe que el artista estuvo influenciado por Ernst Toch, cuyo libro La melodía se conserva en los Archivos del museo Xul Solar. Allí, este compositor señala distintos tipos de representación gráfica de una melodía. Por ejemplo, sugiere que una melodía sin grandes saltos interválicos se traduciría en ondas similares a las cinco colinas de Xul Solar. Visto de este modo, la estructura de esta multionda se asemeja fuertemente a la de una composición polifónica. Recordando que Bach fue uno de los compositores preferidos de Xul Solar, las características de las ondas, por ejemplo, se acercan a las de las voces en un coral. Así, se percibe que el bajo (la montaña verde) tiene poco movimiento y procede con notas sostenidas, que las voces (o montañas) intermedias tienen una interválica más marcada y que la línea de la soprano (la montaña azul) es mucho más cantabile.

    En conclusión, es evidente que Cinco melodías, cuyo mensaje simbólico señala a la música como una forma de acceso a mundos interiores o una actividad que lleva a la trascendencia, constituye un bello ejemplo de la presencia de la música en la obra de Xul Solar.


    Publicado desde Rosario – Argentina
    19 de Noviembre de 2003



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