Estudio Coral Meridies de Santa Fé participó en el Certamen Internacional de Coros de Cámara de Marktoberdorf, Baviera, Alemania entre los días 29 de mayo y el 3 de junio, como único representante argentino y latinoamericano. Meridies se consagró con el cuarto puesto en la calificación general y resultó clasificado como muy bueno a nivel internacional. Sobre el final de este artículo relato del maestro Bernardo Moroder* invitado al concurso.

El repertorio del Estudio Coral Meridies incluí obras de autores como Ralph Vaugham Williams, Jakobus Gallus, Johannes Brahms, Javier Busto, también obras del repertorio de la música original para coros de autores latinoamericanos y argentinos como Carlos Guastavino, Rodrigo Asselborn, Marcelo Valva, Beatríz Corona, Alberto Grau, Guido López Gavilán, Ayrton Escobar, Ariel Ramírez, y también, repertorio de música popular argentina y latinoamericana en arreglos de Liliana Cangiano, Javier Zentner, Héctor Bisso, Alfonso Paz, Eduardo Ferraudi, Darío González.

La gira se desarrolló de la siguiente manera:

24.05 Sprendligen, Dreieich. Concierto Clausura de las 7.Jornadas de Música de Dreieich
25.05 Zellhausen, Mainhausen. Concierto Organizado por Förderkreis Mainhausen Chortage 2011.
26.05 Butzbach. Festival Coral
27.05 Langen. Festival Coral
28.05 Frankfurt am Main. Conservatorio de Música Dr. Hoch. Concierto Organizado por el Centro Argentino e.V. y el Consulado General de la Rep. Argentina en Frankfurt.
30.05 Primera jornada de competencia Certamen Internac. de Coros de Cámara Marktoberdorf
30.05 Concierto Sporthalle Marktoberdorf
31.05 Segunda Jornada de Competencia Certamen Internac. de Coros de Cámara Marktoberdorf
31.05 Concierto de música religiosa. Dreifaltigkeits- Kirche, Kaufbeuren.
01.06 Concierto en el cerro Auerberg
01.06 Concierto de Gala. Festspielhaus en Füssen.
02.06 Concierto cierre del Certamen Internac de Coros de Cámara Marktoberdorf.

A continuación, reproducimos el comentario de Bernardo Moroder* invitado al 11° Concurso Internacional de Coros de Cámara de Marktoberdorf, en Baviera, Alemania (gentilmente cedido por su autor).

He tenido el honor de ser invitado como huésped al 11° Concurso Internacional de Coros de Cámara que se realiza en la ciudad alemana de Marktoberdorf, en Baviera, cerca del famoso castillo de Neu-schwanstein, más conocido con el erróneo nombre de “Disney”.
Sabía del prestigio de dicho concurso coral – uno de los más renombrados y exigentes del mundo – pero no había tenido ocasión de presenciarlo. Como organizador de festivales internacionales y de giras corales me interesaba sobremanera conocer la organización de este prestigioso evento y por cierto que no salí defraudado. Tratándose de Alemania era de esperarse que la organización fuese impecable, pero lo que vi fue sobrepasó largamente ese calificativo:
Sobre 80 solicitudes de admisión fueron aceptados 13 coros, con un total de aproximadamente 430 personas de 9 paíces, que compitieron en dos categorías y durante dos rondas; ofrecieron conciertos simultáneos en distintas ciudades, castillos y ruinas arqueológicas, y terminaron cantando todos juntos en un gran concierto de despedida. Todo esto a lo largo de 4 días y 12 pueblos/ciudades en un ámbito no más grande que el partido de Tandil. Hubo además 76 invitados entre jura-dos, autoridades diversas, directores de coros, colaboradores especiales y huéspedes – como yo mismo.
A todas estas personas hubo que alojarlas, transportarlas a los distintos sitios, darles de comer y atenderlas en sus necesidades.
Por otra parte, la organización también tuvo que, lógicamente, atender los conciertos en sede central y las 12 pueblos/ciudades en los que se cantó; colaborar con el jurado, brindar las informaciones correspondientes, atender kioscos y una gran carpa en la que comían los coros, pero donde también se ofrecieron espectáculos de diversa índole hasta bien entrada la noche.
Es de destacar que los coros y los invitados solamente tuvieron que hacerse cargo de su traslado hasta y desde Marktoberdorf, ya que se les ofrecían las comidas, los alojamientos y los distintos traslados locales sin cargo – salvo que alguno eligiera alojarse por su propia cuenta.
El que toda esta organización funcionara en una forma prácticamente perfecta se debió a la eficiente conducción del director del Concurso, el Mtro. Dolf Rabus, que junto a su secretaria Brigitte Raskov-ski y una multitud de colaboradores/as estuvieron permanentemente atentos a los menores detalles de esta gran maquinaria artística.
En cuanto al aspecto artístico, el Concurso Internacional de Coros de Cámara presenta una especie de dicotomía pero que, a la postre, resulta en una notable unidad de concepción. Marktoberdorf marca los más elevados estándares artísticos en el canto coral. Sus calificaciones son:
Calidad I: excelente performance internacional
Calidad II: muy buena performance internacional
Calidad III: buena performance internacional
Por lo tanto cualquier coro que desee ser invitado al concurso debe tener por lo menos una calidad de nivel internacional. Esto significa, a su vez, que al ser aceptado por Marktoberdorf, un coro puede considerarse de ese nivel, lo cual de por sí solo ya es un gran mérito – algo así como una “nominación” para el Oscar.
En el reciente concurso hubo dos categorías: Coros Mixtos y Coros Mixtos Juveniles. En cada una de ellas los coros se presentaron en dos rondas: la primera les permitía 25 minutos de música dentro de ciertos criterios, incluída una obra impuesta; la segunda les permitía 10 minutos de música libre, incluyendo coreografías y movimientos diversos.
La dicotomía aparece cuando uno compara ambas rondas: en la primera se observa la severidad con que cada coro enfrenta el repertorio, por demás exigente, que ha elegido. En la segunda ronda en cambio, al día siguiente, los coros cantan con más libertad, incluyen obras populares, coreografías diversas, algunas muy divertidas. Uno creería que por arte de magia ha cambiado el lugar y el carácter del concurso, y sin embargo son los mismos jurados y los mismos coros.
Y así nos encontramos con lo que allí mismo llaman el “espíritu” de Marktoberdorf, que es introducido desde un principio por los dos anunciadores del concurso, Jeruin Schrijner y Mónica Schubert, locutores magistrales que con gran habilidad, en inglés y alemán, fueron ceando un ambiente entretenido a la vez que de absoluta seriedad con respecto a las obras de concurso.
Y en este espíritu se llegó al anuncio de los ganadores y posterior concierto a cargo de los mismos. Pero la coronación del festival fue, a continuación, el “Acorde Final” del Concurso, en el que todos los coros volvieron a interpretar una obra, casi todas de tipo popular, divertidas y con coreografías que hicieron un verdadero delirio del público con largas ovaciones a todos los conjuntos, casi diríamos, por igual. Y fue allí y en la obra en común, donde se resolvió la dicotomía: severo control de calidad artística pero despojado de todo ropaje acartonado y dejando lugar a la auténtica expresión de la alegría que nace del cantar en comunidad.
Marktoberdorf fue para todos más que una fiesta.

(La actuación de Virginia Bono mereció la calidad II, realmente importante – además de la buena impresión que causó)

* Nacido en Alemania, el maestro Moroder desarrolló su reconocida labor en la dirección coral especialmente en la ciudad de Tandil (pcia. de Buenos Aires).