Con El Rey David – Salmo Sinfónico en tres partes con Música de Arthur Honegger (1890 – 1955) y Texto de René Morax (1873 – 1963), la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario cierra en el Monumento nacional a la Bandera la Temporada 2008. El concierto lo dirigirá el maestro Nicolas Rauss y participarán solistas vocales y actores, este Jueves 4 de Diciembre a las 22.
Elenco:
Soprano: Jaquelina Livieri
Contralto: María de los Ángeles Cámpora
Tenor: Carlos Ullán
Narrador: Guillermo Peñalves
Pitonisa: Yerutí García Arocena
Coro Polifónico de Santa Fe, dir. Sergio Siminovich
Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario
Dirección: Maestro Nicolas Rauss
Esta obra nos narra la historia del Rey David, desde que, todavía humilde pastor, Dios lo elige para suceder al Rey Saúl, hasta su muerte, pasando por las peripecias de la victoria contra Goliat, de su forzada huída en el desierto para escapar del todavía Rey Saúl, de su victoria contra éste al mando de los Filisteos, de su danza frente al Arca, de su adulterio con Betsabé, del castigo infligido por Dios, de su arrepentimiento, y de su muerte.
Los orígenes de la Obra
El Maestro Nicolás Rauss nos ha remitido el siguiente texto para ilustrar este concierto:
“En el campo cercano a la ciudad suiza de Lausanne, en el Teatro del Jorat, se hacía a principios del siglo XX una gran representación musico-teatral anual, al comienzo del verano, sobre un tema histórico o patriótico.
Estas representaciones se interrumpieron durante la primera guerra mundial, y recién se proyecto una nueva representación a principios de 1921, para el mes de Junio del mismo año. Se eligió la historia del Rey David. El compositor habitual, el entonces reconocido Gustave Doret, declinó la oferta, por entender que el pedido venía muy sobre la fecha. El organizador y autor del texto, René Morax, consultó entonces con Igor Strawinski y con Ernest Ansermet, y ambos le recomendaron el todavía desconocido Arthur Honegger, quien aceptó con entusiasmo.
Ni bien terminada, en su casa de Paris, una pieza de la obra, la enviaba a Suiza para ser ensayada por los coros, que eran coros de parroquias de los pueblos vecinos, por loo que no pudo tener nunca ante sus ojos la obra entera para una eventual revisión o correcciones. Eso explica quizás la variedad de estilos y de caracteres de cada pieza, pero lo increíble es que a pesar de eso la obra mantiene un sostenido soplo épico al largo de todos sus momentos.
Lo que se dio finalmente en Junio de 1921 fue un espectáculo teatral gigante, con actores, un grupo de 18 músicos, bailarines, de una duración de 4 horas. ¡Y el éxito fue enorme!
Lo que motivó que Honegger, dos años más tarde, con el ánimo de recuperar la música del espectáculo y de amoldarla en un formato más adecuado para los conciertos, pidiera a Morax de resumir la larga acción teatral en breves textos a cargo de un narrador, y orquestara su música para gran orquesta sinfónica, transformando así El Rey David en una especie de Oratorio con rol de narrador hablado, como son las pasiones de Bach con un rol de evangelista cantado.
Muy rápidamente esta segunda versión se difundió por todo el mundo, renovando el éxito de 1921, pero manteniéndolo de tal forma que podemos decir que esta obra hizo la fama de Arthur Honegger, hasta el punto que algunos años después, el compositor se molestaba de tanto éxito de esta obra comparado con él de las suyas más recientes.
2 de diciembre de 2009
Rosario – Argentina