El lunes 21 de abril a las 21:00 en la Tercera Función de Abono de la Temporada 2008 se presentará en el Teatro El Círculo el Ensemble Café Zimmermann (Francia). El concierto forma parte del Festival Permanente Johann Sebastián Bach, en su XIV° año consecutivo, se realiza en homenaje a María Eugenia Barbarich.

María Eugenia Barbarich

Alegró nuestras vidas con su carácter jovial y optimista, ávida de escuchar relatos y contar sus propias experiencias. Su aspecto frágil escondía un espíritu emprendedor, firme determinación, capacidad organizativa y cuota de sacrificio personal. Insobornable en cuanto a calidad se refiere y de un refinado sentido estético, su corazón siempre estuvo abierto para ayudar a quienes lo necesitasen. Invariablemente dispuesta a experimentar nuevas manifestaciones del arte y la música, mantenía fluido contacto con jóvenes artistas y músicos y a los que se volcaba con espíritu abierto y crítico a la vez.

Docente por vocación, ejerció esta actividad la mayor parte de su vida en el Nacional N° 1, el Colegio Adoratrices, el Instituto Superior del Profesorado y luego como impulsora en la creación del Instituto Pro Musica Rosario, organismo al que se entregaría con pasión durante sus últimos 35 años como Asesora Pedagógica.

Muchos tuvieron el enorme placer de cantar bajo su dirección y disfrutaron de su gran capacidad didáctica y disponibilidad de recursos en sus ensayos en los Coros del Politécnico, Adoratrices-Misericordia-Santa Unión y al Grupo Juvenil del Coro Estable de Rosario, del cual fue su creadora y primera directora.
Fue cofundadora del Conjunto Pro Musica de Rosario donde su vocación musical-docente alcanzó frutos inimaginados cuando alentó y trabajó arduamente en la creación del Pro Musica Niños Rosario, de quien fue por más de tres décadas su Asesora Musical y de Repertorio.

En forma paralela y durante lapsos semejantes integró las Comisiones Directivas de El Círculo y del Mozarteum Argentino Filial Rosario, colaborando especialmente en la selección de intérpretes y repertorios y dotando de contenidos apropiados a los programas de mano en los conciertos. Su bajo perfil fue una consigna que ejerció durante toda su vida y jamás ocupó cargos en instituciones que no ejerciera plena y responsablemente, cubriendo sus tareas e instando a los demás a superarse.

En estos tiempos, nos hemos acostumbrado únicamente a rendir homenajes y reflexionar sobre las virtudes de aquellas personalidades que destacan por uno u otro motivo sólo a través de los medios informativos. Este ejercicio de recordarla públicamente en su verdadera dimensión humana y su labor en la comunidad a quien tanto favoreció, resulta tan conveniente como estimulante y comprometedor.