Ensemble Musica Fiorita está integrado por Daniela Dolci (Cembalo y dirección musical), Miki Takahashi, (Violín barroco), Alejandro Fiore (Violín barroco),
Sergio Alvares (Viola da Gamba) , Hiram Santos (Flauta dulce, Fagot y Percusión) y
Laureano Melchiori (Contrabajo). Fiori y Melchiori son argentinos.

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A pocas horas de arribar a Rosario nos encontramos para una entrevista con Daniela Dolci y el mendocino Daniel Ganum ( quien además de ser músico, intérprete de laúd que ha tocado en Rosario en varias oportunidades, es desde hace varios años el agente de Musica fiorita en Argentina, y colabora en las entrevistas oficiando de intérprete)

¿Musica Fiorita cumple 20 años, cómo ha sido el trabajo en todo este tiempo?
Daniela Dolci: Ha sido un trabajo muy fascinante, lleno de descubrimientos porque nuestro punto crucial es el descubrimiento de música antigua, entonces hacemos Vivaldi, Bach, Telemann pero sobre todo descubrimos música que es nueva, para nosotros es un viaje lleno de descubrimientos muy interesante. Hay una infinidad por descubrir porque una parte de mi trabajo es investigar, buscar y estudiar en las bibliotecas de Cracovia, Londres, París, Bologna, Viena. Hay muchos tesoros escondidos y ya tenemos música para hacer en los próximos 10 años. Además, un acento particular lo pongo en las compositoras femeninas.

¿Qué has descubierto últimamente sobre las mujeres compositoras?
Daniela Dolci: Lo último que hemos trabajado es música de Antonia Bembo que era veneciana como Barbara Strozzi, su padre quería que su hija que era muy buena en el canto, en la música, siguiera los pasos de la Strozzi y la envió a estudiar con el mismo maestro pero se casó con un noble veneciano que la maltrataba entonces con el tiempo dejó a sus tres hijos pequeños en una institución religiosa y se escapó a Francia, llegó a la corte de Luis XIV donde se comprobó su talento, se le otorgó una pensión hasta su muerte y le permitieron vivir en una convento, no de clausura. De ella hicimos la ópera “L’ ercole” en versión de concierto. Nos dimos cuenta que con su música le caía muy bien a los jóvenes porque no es un estilo como la mayor parte de lo escrito por los compositores barrocos sino que tiene un ritmo muy particular casi del jazz. Después de entender su música hemos decidido llevar en el 2012 o 2013 la puesta completa de esa ópera en Bayreuth. N de R: en 2008 el ensamble presentó en Bayreuth la ópera “Céphale et Procris” (1694) de Elisabeth-Claude Jacquet de la Guerre, obra que se presentó también en Mendoza en el 2007.

¿Por qué han sido más famosos los nombres de los compositores masculinos que los de las mujeres?
Daniela Dolci: Estoy convencida que la causa es que se las olvidó en el siglo XIX, para esa fecha hubo un cambio con las mujeres. Las mujeres del barroco, las mujeres del Renacimiento eran mucho más abiertas que las mujeres de los años que vinieron después.
Piensa en Fanny Mendelssohn o en la hija del Mozart, cuando los padres veían que la hija mujer tenía iguales o más condiciones para la música que el hijo varón, a ella se le vedaba la posibilidad de estudiar música, y llegada la edad de casarse ya no se le permitía tocar en público.
En cambio, en el Renacimiento y en el Barroco, (si bien en la iglesia la música era reservada para los hombres) en la música no religiosa ya había `prima donne´. La mujeres recibían educación artística, me refiero a que esto sucedía en grupos culturales con nivel alto socio-cultural, donde se pretendía que las hijas tuvieran la misma educación que lo hijos varones. En otros niveles socio culturales donde los padres no podían afrontar ese tipo de educación, la hijas mujeres preferían internarse en los conventos para poder seguir haciendo música, poesía etc, actividades que tenían que abandonar si se casaban.

¿Cómo ha sido esta última experiencia en el Festival de Bolivia ?
Daniela Dolci: Siempre es muy particular, de manera positiva, no conozco ningún otro festival en el mundo donde tengamos la posibilidad de intercambio cultura y, humano con el pueblo. Cuando los músicos son invitados a un festival, van tocan y luego se van, en este caso tenemos la posibilidad de trabajar con el coro de jóvenes, de niños, de adultos. La experiencia musical y humana es fantástica. El intercambio es muy profundo .

Uds. traen mucha información desde Europa ¿se llevan algo de Bolivia también?
Daniela Dolci: Gracias al Piotr Nawrot y encontramos algunas cosas interesantes que cada tanto hacemos en Europa, no mucho porque hay tanto en Europa para hacer y por descubrir que no nos hemos dedicado .

¿Cómo se definió el repertorio para el concierto del Jueves con el Pro Musica Antiqua?
Daniela Dolci: Propusimos Bassani, que es un compositor italiano que vivió en Bolivia en las Misiones y Geltte, un compositor Suizo del 1600 y por otra parte el Pro Musica de Rosario nos propuso a Monteverdi. Para la primera parte, pensamos en música europea del período barroco. Cómo ha quedado armado el programa lo encuentro muy bello .

¿Cómo se trabaja en el grupo?

Daniela Dolci: Soy la directora pero no la que impone, es muy importante que sea un trabajo de grupo, yo no digo como se debe tocar ni cómo hacer, porque cada uno es solista y muy buenos, de esta manera cada uno dá lo mejor de sí, y así, dejar florecer. Dar espacio a cada uno de los músicos es muy importante, porque es un trabajo difícil ya que cada uno tiene su personalidad, el resultado es que se puede hacer una síntesis con todos los aspectos positivos de cada uno y los músicos están contentos de expresarse de esa manera. .
El ensamble tiene un núcleo básico de instrumentistas que luego se amplían o se varían de acuerdo a las necesidades instrumentales y estilísticas de las obras.

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