Particular acontecimiento musical y de la danza vivirá la ciudad de Rosario con la puesta de “Giselle”, el ballet en dos actos con música de Adolphe Adam a cargo del cuerpo de baile del Centro de las Artes Teatro Argentino de La Plata. La Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario bajará al foso del El Círculo para sumarse a la puesta baja la batuta del Maestro Javier Logioia Orbe. El organismo musical vuelve a la función de ballet después de largos años. Argumento, reparto e imágenes.

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GISELLE, una de las obras más representativas del repertorio clásico, hace más de 30 años que no se representa en nuestra ciudad en su versión completa, teniendo además en esta oportunidad el gran atractivo de contar con el aporte de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, en el foso. El Mtro. Javier Logioia Orbe estará al frente del mencionado organismo orquestal, mientras que la coreografía será de Berthica Prieto, basada en las versiones originales de Jean Coralli y Jules Perrot. El diseño de la escenografía e iluminación estará a cargo de Juan Carlos Greco, y el diseño de vestuario será de Eduardo Caldirola.

La acción se desarrolla en una pequeña aldea de Alemania, durante la celebración de la fiesta de la vendimia.

Dirección Musical: Mtro. Javier Logioia Orbe
Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario
Coreógrafa: Berthica Prieto
Asesora Artística del Ballet Estable: Cristina Delmagro
Diseño de Escenografía e Iluminación: Juan Carlos Greco
Diseño de Vestuario: Eduardo Caldirola

Reparto:

Giselle, Joven aldeana, Genoveva Surur
Albrecht, duque de Silesia: Víctor Filimonov (30-08)-
Bautista Parada (31-08)
Mirtha, Reina de las Willis: Caroline Queiroz (30-08) –
Aldana Bidegaray (31-08)
Hilarión, Guardabosque: Gustavo Marchioni (30-08) -Juan Manuel Ortiz (31-08)

ARGUMENTO

Acto primero

Giselle, joven e inocente campesina, está enamorada y es correspondida por Albrecht, un noble que se ha disfrazado de aldeano para obtener su amor. El guardabosque Hilarión también ama a Giselle, quien lo rechaza confesándole que su corazón ya tiene dueño. El desdeñado pretendiente, celoso, jura vengarse. Giselle baila en la fiesta, a pesar de las recomendaciones de su madre que teme por su delicada salud.
Llega el séquito del Duque de Curlandia con su hija Batilde, prometida oficial de Albrecht, la que atraída por el candor y belleza de Giselle, le regala su collar. Pero Hilarión, al descubrir escondida entre la maleza la espada de Albrecht que delata su condición de noble, aprovecha la presencia del Duque y su hija, y lo desenmascara ante todos.
Giselle, desesperada, pierde la razón y falla su débil corazón incapaz de resistir tanto dolor, por lo que cae muerta y provoca la consternación de los presentes.

Acto segundo

En un bosque, al borde de una laguna, se encuentra la tumba de Giselle. A medianoche las willis, espíritus de las novias abandonadas por sus prometidos, empiezan a bailar, y su Reina Myrtha recibe a Giselle en este mundo fantasmal. Llega Hilarión abrumado por el remordimiento, pues se considera responsable de la muerte de la joven, y se arrodilla ante su tumba. Pero las willis lo envuelven y lo obligan a arrojarse al lago.
También Albrecht visita el sepulcro de Giselle e implora perdón por el engaño. La doncella se conmueve ante el dolor, pero la inflexible Reina de las willis ordena a Giselle a traerlo a una danza que acabará con su vida. La joven trata de salvar a Albrecht y le indica que se refugie en su tumba para así destruir el sortilegio.
Amanece, las willis desaparecen y Giselle vuelve a la sepultura. Albrecht trata de retenerla, pero la imagen de la amada se desvanece con la luz del naciente día.