Este Sábado 9 de Octubre a las 21 el pianista Alexander Panizza continuará con el VII programa dedicado al Ciclo integral de las Sonatas para Piano de Ludwig van Beethoven. El ciclo, un verdadero acontecimiento musical para la ciudad de Rosariodesde el pasado mes de Abril en el Teatro Príncipe de Asturias del CCPE/AECI, entra en recta final. En esta séptima entrega el maestro Panizza interpretará entre otras, la sonata 29, «Hammerklavier».
El programa para este Sábado 9 de octubre es el siguiente:
Primer Parte:
Sonata 27, mi menor 90 1814 Viena, 1815 CondeMoritz Lichnowsky Movimientos: Mit lebhaftigkeit un durchaus mit Empfindung und Asdruck /Nicht zu geschwind und sehr singbar vorgetragen
Sonata 28, la mayor 101 1816 Viena, 1817 Baronesa Dorothea Ertmann
si bemol mayor 1819 – Movimientos: Etwas lebhaft un mit der innigsten Empfindung /
Lebhaft. Marschmässig / Langsam un sehnsuchtvoll / Zeitmass des resten Stückes / Geschwinde, doch nicht zu sehr, un mit Entschlossenheit/
Segunda Parte:
Sonata 29 en si bemol mayor, Hammerklavier, 106 1817-8 Viena y Londres, Archiduque Rudolf – Allegro / Scherzo – Assai vivace / Adagio Sostenuto / Largo – Un poco piú vivace- Allegro/ Allegro risoluto
Al respecto de las sonatas que interpretará en este sexto recital Alexander Paniza ha escrito para el programa de mano:
“Los dos últimos programas de ciclo, cada uno con tres
sonatas, son tal vez los más exigentes, tanto para el oyente
como para el intérprete, debido a su complejidad musical y a
su carga espiritual y emocional.
Para contextualizar este recital, citemos nuevamente a Rosen:
“Los años 1812 a 1817 fueron difíciles para Beethoven. Fue la
época del juicio en contra de su cuñada sobre la custodia de
su sobrino Karl, la carta desesperada hacia la amada inmortal
y fue cuando su sordera evolucionó al punto tal que ya no se
escuchaba cuando tocaba el piano. En cuanto a música para
piano, compuso dos sonatas relativamente cortas (op. 90 y
101) y dedicó mucho tiempo a terminar la op. 106”.
La Sonata op. 90 contiene dos movimientos contrastantes.
Es evidente que Beethoven utiliza esta estructura para
plantearse el desafío de lograr continuidad y sensación de
unidad aun al yuxtaponer dos secciones muy diferentes. Lo
hizo en las sonatas op. 54 y 78 y culminará su elaboración
en la op. 111. El primer movimiento es muy compacto,
dramático e intenso, mientras que el segundo es un rondó
espacioso, cuyo lirismo y fluidez anticipan las canciones sin
palabras de Mendelssohn. Las indicaciones de la partitura,
convencionalmente escritas en italiano, aparecen aquí en
alemán (si bien en la sonata Los Adioses ya empleó su idioma
natal para anotar el adiós, la ausencia y el retorno, conservó
el italiano para las indicaciones de tempo y de carácter). Basta
sólo con leerlas para darse cuenta que el compositor buscaba
ser mucho mas específico a la hora de transmitir el carácter
que deseaba. La diferencia entre, por ejemplo, allegro ma non
troppo y Mit Lebhaftigkeit und durchaus mit Empfindung und
Ausdruck es notable.
Estructuralmente, la Sonata op. 101 está emparentada con
la Sonata para cello y piano en do mayor. Apunta Robert
Greenberg: “Beethoven estaba experimentando, y queda claro
que quiso hacer el mismo experimento formal en dos géneros
distintos.” El experimento formal es básicamente el siguiente:
un primer movimiento lírico y fluido, un segundo marcial
con ritmos sincopados, un adagio como tercer movimiento
que funciona como introducción a un cuarto, la sección más
importante y extensa, y la culminación emocional de la obra.
Para el filósofo alemán Theodor W. Adorno, la Sonata op.
101 es “eminentemente hegeliana. El primer movimiento, el
sujeto, el segundo “alienado” (a la vez objetivo y desplomado),
el último (…) la síntesis ciertamente surgida de la fuerza de la
objetividad que en el proceso se demuestra idéntica al sujeto,
al núcleo lírico.” De cualquier manera, todos estos detalles
complejos y técnicos sobre su génesis y contenidos quedan
en un segundo plano frente a la belleza y la poesía de una
obra como pocas en todo el repertorio pianístico.
El recital cierra con la fenomenal Sonata op. 106, también
conocida como la Hammerklavier. Se trata de una obra
legendaria, temida por todo pianista mucho antes de
conocerla. Y no sin razón. Al enviar el manuscrito al editor,
Beethoven escribió: “Aquí tienes una sonata que mantendrá
ocupados a los futuros pianistas por cincuenta años.” Con
aproximadamente 45 minutos de duración, es la sonata mas
larga del ciclo. Y, sin dudas, emocional y técnicamente la más
exigente para el intérprete. En síntesis, un tour de force por
donde se la mire. Wagner llegó a decir que obras como la 106
sólo tienen significado en sí mismas, haciendo casi imposible
toda interpretación. El germen dramático de la sonata reside
en la relación entre las dos tonalidades centrales de la obra:
si bemol mayor y si menor. La primera, luminosa, heroica,
militar, mientras que la segunda, llamada por Beethoven
la tonalidad negra, es oscura, íntima, desesperada. Ya en la
reexposición del primer movimiento se plantea de manera
sorpresiva y violenta un conflicto que necesitará de todo el
resto de la obra para resolverse. Cada movimiento posterior
manifiesta la tensión de diferente manera.
El Scherzo utiliza al si bemol mayor de forma rítmica y
sincopada; la parte central, en si bemol menor, es lírica
y misteriosa; y la coda desnuda el conflicto alternando
octavas forte en si bemol y octavas piano en si natural. El
corazón emocional de la sonata es el Adagio. De dimensiones
que serán comunes en Bruckner o Mahler, se trata del
movimiento lento más largo que Beethoven haya escrito
para piano, al durar, en general, más de diecisiete minutos.
Compuesto en fa sostenido menor, parece haber prevalecido
aquí lo sombrío y oscuro. Los niveles de tristeza y angustia
que se alcanzan aquí han llevado a que este movimiento
fuera caracterizado como “el punto culminante del dolor
beethoveniano” (Nagel) y comparado con “un corazón
destrozado, una ferviente plegaria, un inmenso poema
trágico y sombrío que alcanza la más sublime expresión
patética” (Lenz). El genio dramático que fue Beethoven queda
demostrado en la introducción del último movimiento. En
este fragmento, el compositor parece pensar en voz alta,
planteándose cómo seguir luego de semejante adagio.
Tantea, como si estuviera improvisando, y apela a la polifonía
en busca de una estética adecuada. Prueba una y otra vez
con recursos reminiscentes a Bach pero siempre desiste.
Luego, casi milagrosamente, encuentra la solución en lapolifonía, pero en una polifonía reinventada, transformada
y vigorizada. Parecería que el compositor hubiera tenido
que matar a su padre musical (Bach) para poder encontrar
su camino. Esta resolución técnica, sumada a la tonal (entre
si bemol y si becuadro) generan una verdadera explosión de
música contrapuntística. Y la euforia de la fuga final excede al
piano, al pianista, a la sala, al oyente, a todo: es irradiación de
energía pura. Nada menos que eso pudo haber cerrado esta
obra monumental.
Sin embargo, esta resolución grandiosa y extrovertida no
puede existir sin su contracara, de acuerdo con el patrón
beethoveniano de pares opuestos que funciona casi
fractalmente: se lo vio como el conflicto entre sólo dos
notas (op. 106), entre dos movimientos (op. 54, 78 y 90) y
ahora aparecerá al nivel de sonatas, ideando una suerte de
“complemento” a la op. 106 con las últimas tres sonatas. “
4 de Octubre de 2010
Rosario – Argentina
CRONOGRAMA
PROGRAMA I – 17 de abril de 2010
SONATA OP. 2 nº 1 – fa menor
SONATA OP. 2 nº 2 – La mayor
SONATA OP. 49 nº 2 – Sol mayor
SONATA OP. 2 nº 3 – Do mayor
PROGRAMA II – 15 de mayo de 2010
SONATA OP. 7 – Mi bemol mayor
SONATA OP. 10 nº 1 – do menor
SONATA OP. 10 nº 2 – Fa mayor
SONATA OP. 10 nº 3 – Re mayor
PROGRAMA III – 19 de junio de 2010
SONATA OP. 14 nº 1 – Mi mayor
SONATA OP. 49 nº 1 – sol menor
SONATA OP. 13 – “patética”, do menor
SONATA OP. 14 nº 2 – Sol mayor
SONATA OP. 22 – Si bemol mayor
PROGRAMA IV – 31 de julio de 2010
SONATA OP. 26 – “marcha fúnebre”, La bemol mayor
SONATA OP. 27 nº 1, Mi bemol mayor
SONATA OP. 27 nº 2 “claro de luna” – do sostenido menor
SONATA OP. 28 – “pastoral”, Re mayor
PROGRAMA V – 28 de agosto de 2010
SONATA OP. 31 nº 2 “tempestad” – re menor
SONATA OP. 31 nº 3 – “La caza”, La bemol mayor
SONATA OP. 31 nº 1 – Sol mayor
SONATA OP. 53 – “Waldstein”, Do mayor
PROGRAMA VI – 11 de septiembre de 2010
SONATA OP. 54 – Fa mayor
SONATA OP. 53 – “appassionata”, fa menor
SONATA OP. 78 – “a therése”, Fa sostenido mayor
SONATA OP. 79 – Sol mayor
SONATA OP. 81a – “los adioses”,Si bemol mayor
PROGRAMA VII – 9 de octubre de 2010
SONATA OP. 90 – mi menor
SONATA OP. 101 – La mayor
SONATA OP. 106 – “hammerklavier”, Si bemol mayor
PROGRAMA VIII – 13 de noviembre de 2010
SONATA OP. 109 – Mi mayor
SONATA OP. 110 – La bemol mayor
SONATA OP. 111 – do menor