Este Domingo 11 de julio a las 19.15 en el Museo Juan B Castagnino María Victoria Gómez (Flauta) y Alfredo Crespo(Clarinete) interpretarán obras de cámara, electroacústicas y mixtas de cuatro compositores rosarinos Sergio Fidemraizer, Marisol Gentile, Federico Miyara y Daniel Zimbaldo, quienes en este artículo describen personalmente su obra.

Del compositor Sergio Fidemraizer se interpretarán dos obras sobre las que él mismo expresa:
“La Cara Oculta” (1991) para flauta, clarinete y electrónica

«La obra se estrenó en la Fundación Miró de Barcelona como parte de un montaje coreográfico-musical en el que participaron varios compositores, a quienes se encargó una música que girara alrededor de los personajes de la commedia dell’arte. En mi caso, elegí la figura del Pierrot o payaso, pero no desde una óptica humorística. El título de la pieza hace alusión al momento en el que el artista acaba de actuar y se quita el maquillaje delante de un espejo, viendo su verdadera cara, oculta durante la función. La música se desarrolla dentro de un clima más bien introvertido, haciendo un juego entre los sonidos pre-grabados y el vivo. La obra fue interpretada en diversas ocasiones, tanto como parte del montaje como en versión de concierto dentro y fuera de España».

“Viento Sur” (2008) para clarinete bajo y electrónica:

«Encargo del mundialmente reconocido clarinetista bajo Harry Sparnaay, la obra establece un diálogo permanente entre el sonido en vivo y la parte electrónica, en la cual ocupan una buena proporción sonidos obtenidos del propio clarinete bajo. Dadas las características de las texturas empleadas, por momentos el intérprete se ve literalmente inmerso en la parte pre-grabada, razón por la cual hay un elevado grado de fusión e interacción entre ambas partes. La pieza tiene un clima arrebatado, pero también momentos de lirismo e intimidad. Fue estrenada por el citado músico en el Festival Internacional de Tres Cantos (Madrid) en el 2008, interpretada luego en varias ciudades europeas y en nuestro país. Existe grabación en cd del propio Sparnaay, y el destacado clarinetista rosarino Jorge Variego, residente en Estados Unidos, la incluyó recientemente en su disco “Necessity” «.

Marisol Gentile – “Divagues” (2010) para voz de soprano y flauta traversa
«Esta obra está basada sobre textos de la misma compositora, ha sido especialmente compuesta para el Festival de Música Contemporánea “Ciclo de Compositores Rosarinos”, estreno mundial. Consta dedos movimiento y será interpretada en voz por la propia compositora.

Divagues – Marisol Gentile
Incongruentes. /
Abismales. /
Apabullantes muecas de dolor. /
Hedores rancios, efímeros. /
Rueca de nácar, ébano y néctar. /
Te escojo, /
te elijo de entre miles: /
brillas cual diamante, /
ósculo de hechiceros, /
varita de magos… /
Pensamientos mudos, sordos. /
Ciegos. /
Pensamientos vacíos, /
lejanos. /
Corcheas sin tresillos; /
silencios, /
suspendidos en un ANDANTE MOLTO. /
Quietud y sordina: /
violines y trompetas que /
retumban en mi cabeza, /
ensordecedores, /
obstinados… /
…siempre tocando… /
Martellatos y Col legno /
(siempre se quejan)
Amor eterno: te querré siempre. /
Eres mi vida. /
MÍA.

Sobre su obra, Marisol Gentile expresó:
«El nombre del poema alude justamente a divagar ideas e imágenes sobre el papel, esbozar sensaciones, percepciones y demás.
Alude también a mi vocación musical y a la elección por la música como carrera, junto con mi dedicación y amor hacia ella como profesión.
La idea de escribir para esta formación resultó puramente accidental: como sabés, también canto, y el año pasado un compositor amigo (Federico Miyara) me pidió que cantara en una obra que había escrito para soprano y flauta.
Dimos el concierto, y con la flautista nos fue muy bien, nos llevamos de maravillas y creo que estamos haciendo una buena mixtura tímbrica, tal que se dio esta posibilidad de hacer este concierto de julio.
Y al parecer ahora tendremos otro concierto en octubre, estrenando nuevamente obras para esta formación.
Razón por al cual decidimos formar un dúo estable de soprano y flauta, para hacer música contemporánea para esta formación.
Te envió en adjunto fotos mías, elegí la que más te parezca.
Gracias de nuevo por tu interés y saludos! Marisol Gentile».

Sobre sus obras el compositor Federico Miyara nos escribió:

Azeuxis II
«Esta obra es la segunda que escribí bajo el
título Azeuxis: la primera en 1989 y ésta en
2009. En ambos casos el tema es el indulto
presidencial a los dictadores y otros criminales
del proceso. La primera era una protesta, la
segunda una expresión de beneplácito por la
reapertura de las causas. Azeuxis II está escrita
para flauta y canto. La parte cantada utiliza
tres poemas de mi hermano Alberto José Miyara:
«Azeuxis», escrito a pedido en 1989, «Un poema de
dictadura», y un fragmento de «Ensayos de
pertenencia». El título es sinónimo de hiato, un
fenómeno fonético que se da cuando las vocales de
un diptongo se separan y alude a que no es
posible unir o reconciliar por decreto aquello
que es irreconciliable. En tal sentido la música
es como dos monólogos, uno cantado y el otro
tocado por la flauta, hasta que al final se unen
en un pasaje en octavas, que es como una
expresión de esperanza de otro tipo de unión en la sociedad argentina».

Exuvias
«Es mi primera obra electroacústica y, en cierto
sentido, es empezar a saldar una deuda de alguien
que siendo ingeniero electrónico nunca había
utilizado este tipo de medio de expresión
musical. Está compuesta utilizando únicamente
algoritmos de computadora desarrollados para
componer este tipo de música. En ella busco
presentar aglomeraciones de fenómenos sonoros y
algunos sonidos curiosos que se obtienen
extrapolando parámetros que controlan procesos
naturales obteniendo una desnaturalización controlada pero verosímil».

Improvisación en vivo
«Se trata, en efecto, de una improvisación en
vivo. Los compositores clásicos han sido
excelentes improvisadores. Así, Bach, Mozart,
Beethoven sorprendían a sus audiencias con
improvisaciones de música que parecía escrita. De
hecho, las cadencias de los conciertos para
solista y orquesta se improvisaban. La costumbre
se fue perdiendo en el romanticismo,
probablemente por la creciente complejidad del
discurso musical. En el siglo XX la improvisación
fue tomada por el jazz, pero rara vez se ha visto
en las salas de concierto como fenómeno autónomo.
Sí es frecuente que el compositor de música
conrtemporánea pida al intérprete improvisar
determinados pasajes, sobre todo en casos donde
el efecto buscado no depende de la exactitud
rítmica, armónica o melódica. En mi caso
personal, siempre estoy improvisando y podría
decirse que la mayor parte de las ideas que luego
se plasman en obras se me ocurren durante esas
improvisaciones. En este caso presento una muestra de improvisación autónoma».

De esta manera Daniel Amadeo Zimbaldo se refiere a su obra
“Les Gardiens d’an Nùba” y comenta que » forma parte de una colección de piezas (“El libro de las mutaciones”) en la que vengo trabajando desde comienzos de la década de los 80’.
El título podría traducirse al castellano como “Los Guardianes del desierto de Nubia”, y alude a esas “presencias invisibles” que parecen habitar en las ruinas de los antiguos templos egipcios que aún hoy se mantienen en pie en medio del desierto.
La obra cuenta básicamente con dos tipos de sonidos, por un lado el de la flauta en vivo, y por el otro el de un material grabado en CD que modula desde el canto de diferentes pájaros hasta el sonido de la flauta misma, pasando por una rica gama de colores sonoros intermedios.
Para crear estos colores intermedios (sonidos que no son ni flauta ni pájaros, pero que tienen componentes espectrales de ambos) utilicé dos de los programas que en el año de la composición estaban desarrollando el Institut de Recherche et Coordination Acoustique Musicale (IRCAM) y el Groupe de Recherches Musicales (GRM-INA), ambas instituciones con sede en Paris.
Del IRCAM utilicé el Super Vocodeur de Phase (“synthèse croisée”), y del GRM-INA el GRM tools.
La pieza la compuse en 1999 por encargo de la Association pour la Recherche et l’Expérimentation Musicale (APREM) de Nevers, Francia. El estreno tuvo lugar ese mismo año en la Maison de la Culture de Nevers, y corrió a cargo del flautista Sylvain Millepied junto al equipo técnico de la APREM».