El Jueves 5 de Noviembre la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario ofrecerá el último concierto de la Temporada Sinfónica Internacional en el Teatro El Círculo dirigida por su titular, maestro suizo Nicolas Rauss junto a Guillermo Lavado, flauta (Santiago de Chile), y el Coro de la Opera de Rosario (director: Horacio Castillo). Se interpretarán obras de Fauré, Solovera, Heitor Villa-Lobos (En conmemoración del cincuentenario del fallecimiento del compositor brasileño) y Villa Lobos. Sobre este programa y los autores sudamericanos ha escrito el maestro Rauss.

El maestro Nicolas Rauss ha escrito especialmente para el Portal EntreNotas:
Nicolas Raus
«Para su último concierto de la temporada 2009 en el Teatro el Círculo, la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario presenta un programa que transita fuera de las autopistas tradicionales: un homenaje a Villa-Lobos, el gigante compositor brasileño, uno de los (o el más) prolífico(s) del continente, una figura admirada, alabada y tambiéN fuertemente criticada por sus pares sudamericanos. Admiran en él sus texturas, su inspiración, su generosidad, o denuncian que sería un compositor de tarjetas postales para europeos, que componía lo que supuestamente ellos esperaban de un compositor brasileño. Sin embargo, un compositor contemporáneo como el francés Olivier Messiaen alababa las texturas y las orquestaciones, o sea, la originalidad de las sonoridades de Villa-Lobos. En todo caso una grán personalidad de la música latina.

Falleció hace 50 años, lo que implica este homenaje. Su Choros n° 10 se divide en dos partes que se tocan sin interrupciones. Heitor Villa-Lobos
La primera es puramente orquestal, y podría pretender aludir a una especie de caos de una naturaleza primitiva, por una música que parece imitar desgarres terrestres, erupciones súbitas, gritos o alaridos animales, ambientes selváticos, llamados de pájaros, y algunas veleidades melódicas algo tristes y divagantes. Luego de unos 8 minutos de este ambiente imaginativo cuyo manejo orquestal es muy renovador, entra el elemento humano, el coro, en una danza que poco a poco se hace contagiosa, hasta que aparece una típica canción sentimental carioca: una fiesta de rítmos, de danza, de sentimientos y colores, a la que es difícil resistir, y quedar sentado en una butaca del teatro… (Los Choros son un tipo de forma musical brasileña que según el autor se asemeja a la serenata europea. Más exactamente son piezas que rescatan mil aspectos encantadores de la música nativa del vecino país, con mucha libertad.)

Las otras sorpresas de la noche son una obra muy nueva del compositor croato-chileno Aliocha Solovera cuya estrella sube, que interpretará el flautista argentino radicado en Chile Guillermo Lavado, gran fomentador de eventos de música nueva. Lavado, en la primera parte del programa dará sus visiones de dos piezas muy sencillas y poéticas Gabriel Fauré para flauta y orquesta. Del mismo autor, el coro y la Orquesta se uniran en su Pavanne. Como apertura del concierto, siguiendo el ciclo de obras del compositor santafesino Carlos Guastavino iniciado hace dos semanas, su mayor obra orquestal, los Tres Romances Argentinos, que existen tambien para piano, aunque la versión orquestal revela colores insospechados.

Guastavino visto por un suizo

Carlos guastavinoComo Titular de la Filarmónica de Mendoza, a principios de esta década, fue que me interesé a leer varias obras sinfónicas argentinas, y entonces nació mi interés por Carlos Guastavino. Lo primero que sorprende un músico clásico, es que se podría decir que su estilo tiene 80 años de retraso con la evolución de la música clásica en Europa. A un músico popular, nunca le llamará la atención esta particularidad. De hecho Guastavino viene del folclore. Sus frases y su agógica están empapadas de folclore. Pero lo que me atrajo en este autor es otra cosa: es un no sé qué de su camino melódico y armónico que si bien es relativamente obvio y tradicional, siempre contiene un giro propio, y sobre todo, que en cada una de sus notas hay una discreta pero cierta carga emocional, una especie de tristeza – la palabra no es la adecuada, de hecho no existe, es algo propio de su música – un valor agregado a las notas mismas, que no tiene explicación, algo que la hace única. No increíblemente única, no: discretamente única, pero única al fin. Todo eso en un deslizar musical muy natural, fluyente, cualidades no tan habituales en la creación musical clásica de este continente».

Programa:
C. Guastavino: Tres Romances Argentinas y Final, para cuerdas, A. Solovera: «Sólo para un diálogo», para flauta y orqu., Gabriel Fauré: Pieza de concurso para flauta y cuerdas, H. Villa-Lobos: Choros nº 10 para coro y orquesta, Pavanne para coro y orquesta y Fantasía para flauta y orquesta op. 79, Aliocha Solovera (1963): “Sólo para un diálogo” para flauta y orquesta (2009).

1º de Noviembre de 2009
Rosario – Argentina


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