La protesta, la manifestación como llamado de atención para que haya respuestas concretas sobre la continuidad de las orquestas y coros del Bicentenario (formados especialmente en zonas y/o barrios en riesgo social) sigue sin encontrar ecos OFICIALES. Hace tres días, profesores, padres y alumnos músicos, frente al Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación de la Nación, ofrecieron un concierto abierto para que nadie se olvide que hay un programa socioeducativo que continuar y cuyos beneficios para la sociedad son indiscutibles. Los contratos laborales «extraños» que se dieron durante todos estos años, desde el inicio del programa, han dejado…
… a un considerable número de maestros a la deriva en sus condiciones laborales (contratos precarios, facturación como proveedores monotributistas, retrasos en los cobros, salarios no actualizados) sin que en los últimos meses las actuales autoridades nacionales mostraran algún indicio de como se seguirá de aquí en más.
No creemos que alguien se atreva, de un plumazo, a dar de baja a estas actividades pues el costo político y social sería muy caro, pero en el mientras tanto hay maestros o profesores que siguen dando clases sin respuestas y otros que deben alejarse de la actividad por algo tan simple y tan grave como la falta de salarios y/o contratos de trabajo. Por otra parte, también en el mientras tanto, los niños y jóvenes que son contenidos en una orquesta o en un coro (estas actividades construyen su educación integral) son presa de la desesperanza ante la falta de respuestas concretas.
“Los programas socioeducativos no solo seguirán adelante, sino que también serán mejorados. El objetivo es que lleguen a las escuelas de todo el país, y para eso trabajamos con los gobiernos provinciales«, sostiene un comunicado del Ministerio de Educación de la Nación que reproduce una expresión nada específica del ministro Esteban Bullrich en declaraciones previas al inicio del 70º encuentro del Consejo Federal de Educación en Santa Fé.
La situación se replica en cada provincia y en algunas, sus autoridades se han hecho cargo de los sueldos, en otras, no.
El programa además de salarios, implica instrumentos y su mantenimiento, conciertos, encuentros, giras y capacitaciones con profesionales de primerísimo nivel musical.
Por todo esto, cabe pedirle a las autoridades, de cualquier nivel que sean, que si piensan diferenciarse de las gestiones anteriores (está muy bien, cada gestión necesita su sello), entonces, mejorar estos programas será trascendente pero propongan ya como seguir y no duden que en esto no se hace un gasto, se hace una inversión.
María Josefina Bertossi
17 de abril de 2016
Rosario – Santa Fé – Argentina
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